Everton se quedó sin entrenador tras el despido de Frank Lampard y confirmó su profunda crisis, sumido en zona de descenso de la Premier League y con una epidemia de lesiones y un tren de gasto que lo tienen ad portar de la debacle.
¿Por qué tan catastrófico todo? Vale la pena repasar el tema económico. Resulta que los dueños del equipo se embarcaron en una obra monumental que será su nuevo estadio, en el que se han gastado cerca de 425 millones de euros.
Y no es el único frente. Solo en indemnizaciones de entrenadores se ha gastado una fortuna: Rafa Benítez, quien facturaba casi 8 millones de euros por año, habría cobrado cerca de 21 millones de euros tras su despido, según cifras de Liverpool Echo, y Lampard, levemente menos costoso, costaría unos 16 millones de euros. Igual de complejo es el manejo de la nómina, donde pagan salarios muy altos: el colombiano Yerry Mina, según estimaciones, facturaría 8 millones de euros. Son cantidades que, en caso de confirmarse el descenso, crearían un hueco simplemente inmanejable.
Después está el lío deportivo, que en Liverpool no le achacan directamente a Lampard, aunque su balance de una victoria y 11 derrotas en los últimos 14 partidos lo condene.
"Mucho se ha hablado de la decisión de no traer más jugadores de ataque tras la salida de Richarlison y con Dominic Calvert-Lewin, que sufrió lesiones la temporada pasada. No hay duda de que Everton se quedó corto, pero la decisión fue una apuesta calculada, que fracasó pero se hizo cumplir. Calvert-Lewin lució en gran forma durante la pretemporada, impresionando a los entrenadores y Lampard también tenía problemas en zona defensiva. Cuando Calvert-Lewin se derrumbó en la víspera de la campaña, Everton se quedó sin un delantero en el que sintió que podía confiar. Dos de sus tres defensas centrales (Mina incluido) también sucumbieron a a su ausencia hasta después de la Copa del Mundo", hecho que obligó a fichar a James Tarkowski y a Conor Coady.
Las bajas fueron muy sensibles: Calvert-Lewin, Yerry Mina, Ben Godfrey, Fabian Delph y Andros Townsend cayeron en los seis primeros meses del DT y Calvert-Lewin, Mina, Godfrey, Nathan Patterson, James Garner y, en un momento Jordan Pickford sufrieron problemas físicos y obstaculizaron los planes.
Pero en las 11 derrotas en 14 partidos, 15 puntos en 20 partidos de liga y 4 derrotas consecutivas en casa, el culpable no solo fue Lampard pues tuvo muy pocos recursos y fichajes a disposición y encima sus jugadores lo traicionar con errores individuales en momentos definitivos. Maña fortuna, no hay duda.
"Lampard es la última víctima de las fallas a largo plazo de la máquina más amplia del Everton que ahora es objeto de tanta ira y frustración. Atrapado por una mala gestión financiera y atado a un equipo formado por sus predecesores, se le asignó lo que debe ser uno de los trabajos más duros del fútbol inglés en la actualidad", dijo el Echo.
Lampard salvó al Everton de la catástrofe en la temporada pasada pero no le da para hacer milagros y resolver una situación caótica que heredó. Hoy está fuera y no puede corregir el que parece un descenso muy probable. La duda es ¿alguien podrá revertirlo?