Se dicen y se dirán tantas cosas de Diego Maradona, de su vida privada y sus excesos. Pero un día como hoy, cuando Argentina y el mundo lloran su muerte, tal vez sea mejor rescatar lo que hizo por el fútbol y por aquellos que se ampararon en él para superar dificultades.
Mientras se cumplen las multitudinarias exequias en Buenos Aires, de repente se ha hecho viral una historia ocurrida en 1984.
En Nápoles, donde Diego ya era rey, una familia pobre, como fuera la de Maradona, se acercó al club para pedir ayuda: uno de los niños necesitaba una cirugía y los padres no tenían cómo pagarla, así que sugirieron un partido benéfico, con el estelar argentino, para recolectar los fondos necesarios.
Cuenta la prensa de ese entonces que el club se zafó del asunto pero alguien le contó al Diez y él, como siempre él, no falló: pidió el estadio pero se lo negaron y entonces se fue con la plantilla a un barrio marginal de la ciudad, donde prestaron una cancha que estaba llena de barro.
Maradona hizo el calentamiento en el parqueadero y, con toda la seriedad del mundo, asumió la responsabilidad de dar un buen espectáculo para recaudar la mayor cantidad de dinero posible.
La noticia se regó como pólvora y miles de personas llegaron a Acerra para ver al ídolo de la ciudad y para disfrutar de los dos goles que anotó.
El video está colgado en Youtube hace años, pero ahora, ante su desaparición, se ha hecho viral. Aquí, un retrato del Diego de la gente a quien lloran millones de personas en el mundo: