La buena noticia es que hubo clásico más jugado que peleado en Argentina. Eso ya fue ganancia en La Bombonera.
Después acabaron ofreciendo un buen espectáculo Boca Juniors y River Plate, en un duelo de altísima exigencia física que se resolvió a favor del más efectivo de cara a la puerta, el 'millonario' que celebró su trabajada victoria por 0-1.
El partido, bajo un inclemente sol, era Boca el que asumía el protagonismo con las aproximaciones de Benedetto, casi siempre pillado en fuera de lugar, pero al menos sacrificado en el ataque. Mucho trabajo había para Campuzano, quien se ganó una amarilla por una dura entrada a De la Cruz, y muy poca precisión había entre los dueños de casa de frente a Armani.
Vale decir que poco hacía River pero no hacía falta la pirotecnia cuando la fortuna estaba de su lado: al minuto 40, tras una sucesión de rebotes, remató de afuera Enzo Pérez, se desvío en Rondón y se le metió la pelota a Romero... Al venezolano le dieron el gol, casi sin culpa, pero gol al fin.
Se fue con todo Boca por el empate con tres cambios para el complemento: Ezequiel Fernández, Cristian Medina y Valentín Barco y Boca mejoró, no tanto como cuando ingresó Cavani para su primer super clásico, en el que estuvo a punto de estrenarse con un lujazo: a los 72 minutos pescó el rebote en el palo Cavani y definió de chilena, pero en la revisión del VAR encontraron un finísimo fuera de lugar... una pena.
Tuvo una más Cavani que le negó Armani y el 'millonario', que estuvo siempre al acecho, coronó el 2-0 a los 90+5, una torpe salida de Romero, no llegó ningún defensa en su ayuda y Enzo Díaz la mandó al fondo para el 2-0. Entonces Boca se cansó de luchar sin premio bajo ese inclemente sol que vio celebrar a River en La Bombonera, conquistar la casa de su clásico rival, ganarse una semana de fiesta y