Con la sonrisa sobria del teutón, engendrado y tejido con hilos de favoritismo, Waru llegó a Australia para convertirse en símbolo de las ambiciones deportivas de la Selección Alemana de Fútbol en el Mundial de Mayores. Favoritas por inercia (campeonas del mundo en 2003 y 2007, de los Juegos Olímpicos en 2016; y finalistas de la más reciente Eurocopa), desembarcaron en la isla con reserva de hotel para larga estadía.
Waru es un koala tejido por Klara Bühl, delantera del Bayern Munich y quien en la pasada Eurocopa debió abandonar la concentración de su equipo por Covid-19. Para lidiar con el estrés - y sentirse parte de las batallas ganadas - la atacante elaboró veintitrés corazones, uno por cada compañera. Al iniciar la preparación para el Mundial, presentó en sociedad un pequeño marsupial en crochet con camiseta de Alemania que fue rápidamente adoptado como amuleto.
Pero Waru no logró corresponder a las expectativas depositadas en él. El koala y su selección han quedado sorpresivamente afuera de la Copa del Mundo tras la fase de grupos (Algo que nunca antes había sucedido en esta competencia). Se cruzaron en su camino la Colombia de Linda Caicedo -que terminó ganando una zona en la que, por ranking FIFA, era la tercera selección con posibilidades- y Marruecos en su primera participación mundialista. Sudamericanas y africanas, las menos favoritas, han recordado al mundo que en este tablero se juega con algo más que los nombres.
Victorias que tienen un aroma de epicidad que se hace perceptible a cientos de miles de kilómetros. Es imponerse al destino que estaba escrito para ellas, muy lejano al que hoy protagonizan. Derrotar prejuicios culturales y el abandono dirigencial al que han sido sometidas durante mucho tiempo y que solo hasta ahora empieza a cambiar. A punta de talento y aguante, hacerse un lugar en la historia.
Al final, Waru no tiene mucho que ver con la decepción alemana (ni con sus victorias pasadas). De igual manera, en Colombia, este momento de triunfo les pertenece solamente a ellas. Así haya más de un marsupial de saco y corbata tratando de abrazarse a un árbol que no es suyo e hinchando el pecho con oxígeno ajeno.