Francia logró responder a su categoría de favorito y candidato para quedarse con un nuevo título mundialista. Sería su tercero a nivel mundial y sería bicampeón, algo que no ocurre en los Mundiales desde Chile 1962 cuando Brasil ganó en Suecia 1958, y en territorio sudamericano. Los franceses sufrieron y mucho ante una aguerrida selección de Inglaterra que buscó hasta el final, pero se encontró con Hugo Lloris quien salvó a los galos, además de infortunios en las definiciones.
Para nadie es un secreto que en el enfrentamiento entre europeos se iban a sacar chispas los dos elencos. Llenos de individualidades y grandes figuras, en un lado Kylian Mbappé y en el otro Harry Kane, el francés no fue tan influyente como sí lo fuero Olivier Giroud y Antoine Griezmann. Por su parte, Kane metió mucho susto con penas máximas.
Tras el final del partido lleno de revoluciones por una infracción infantil de Theo Hernández que Sampaio dictaminó chequeando el VAR, Harry Kane tuvo en sus pies la oportunidad de marcar el segundo para emparejar las acciones a dos tantos y llevar el juego al tiempo extra. Sin embargo, los dirigidos por Didier Deschamps celebraron el infortunio de Kane en un penalti que pateó muy por debajo.
Didier Deschamps lució satisfecho por el trabajo de sus dirigidos y mencionó en rueda de prensa que, “es fabuloso porque fue un gran juego, encontramos a un muy buen equipo de Inglaterra, pero respondimos una vez más, y esta noche es maravillosa. Vamos a celebrar, quieres suspender un poco el tiempo en momentos como este, pero tienes que saborear y después cambiaremos el chip al partido del miércoles”.
Finalmente, referenció lo que se vivió antes de la ejecución de la pena máxima en donde señaló que les dieron las opciones a Inglaterra, pero respondieron bien a los intentos británicos, “quizás estemos un poco contentos, aunque más bien seamos nosotros quienes les dimos las municiones, pero defendimos con corazón y agallas”. El próximo reto será Marruecos en la semifinal.