El escándalo ronda en Real Madrid, esta vez por cuenta de los empresarios que hacen su agosto en las oficinas del presidente Florentino Pérez.
El problema tiene que ver una investigación de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria a varios agentes de futbolistas, entre ellos Fali Ramadani, el representante de unas de las últimas contrataciones, Luka Jovic.
El presunto delito sería blanqueo de capitales, aparentemente por fichajes ficticios.
Fali Ramadani, quien también representa a jugadores como Miralem Pjanic o Kalidou Koulibaly y los demás agentes habrían utilizado, según el diario ABC, a un club de Chipre, el Apollon Limasol para hacer presuntas transferencias que nunca ocurrieron realmente y que se habrían fingido solo para ingresar dinero ilegalmente a España, con el fin de comprar lujosas mansiones, yates y otras extravagancias.
En el marco de la operación Lanigan, las autoridades registraron casas, oficinas y una larga lista de movimientos en Islas Baleares, Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Almería, Valencia, Asturias, Guipúzcoa, Vitoria y Pontevedra, informó el diario madrileño.