Millonarios aprobó el semestre. Esa es una verdad irrefutable. Que algunos hinchas crean que debía ser finalista y campeón para estar satisfechos, muy respetable. Pero el regreso a una Copa Libertadores para un equipo sin los recursos de Nacional o Junior, con seguridad es una victoria.
Dicho eso, ahora es momento de empezar a pensar en la Copa, más allá de lo que ocurra en el cierre del cuadrangular B, en el que Tolima tiene pie y medio en la final, que resolverá en su casa y contra Alianza, el rival más débil del grupo.
Millonarios, de regreso a la escena internacional después de tres años, debe evitar un papelón y ponerse una meta sensata de estar en fase de grupos: superando las tres fases iniciales habrá facturado 1,4 millones de dólares y una vez en ese primer destino ingresarán 3 millones más, solo por llegar. Ese es el botín al que hay que apuntar.
¿Cómo y con quiénes llegar a eso? Fortaleciendo la nómina. No hay nada más que hacer. Y en esa tarea no solo deben llegar algunos jugadores sino que también deben salir otros.
El primer ajuste ya se hizo: Álvaro Montero ya trabaja en su proceso de adaptación a la altura de Bogotá y tiene un contrato por tres años que da la idea de una garantía que se extrañaba. Montero es arquero con proceso de Selección, solo tiene 26 años y eso habla de un proceso a largo plazo y, por si fuera poco, llegó gratis, pues terminaba contrato con Tolima. ¡Negocio redondo! El damnificado sería Cristian Vargas, porque su experiencia le dará problemas para asumir el rol de suplente.
Pero ahí vienen las demás discusiones: Millonarios requiere, con urgencia, refuerzos en cuatro posiciones más: un defensor central, un volante de contención, uno de creación y un delantero.
¿Por qué tantos? En la zaga central hay que tener opciones para cuando Llinás y Vargas necesiten descanso o estén de baja por lesión o por suspensión o hasta por llamados de las selecciones de Colombia y Costa Rica. Murillo es un buen prospecto, pero ha dejado saber que está incómodo con tan poco protagonismo y oye ofertas. Hay que buscar pues ya no solo se vivirá de la cantera y, por extraño que suene, hay un candidato con pasado cardenal pero presente de libertad para negociar: Francisco Meza.
El otro asunto es un mediocampista de marca, ante la inminente salida de Daniel Giraldo hacia Junior. debió quedarse, sí. Debieron ofrecerle una renovación que se ganó en la cancha, sí. Pero no sucedió y ya ni llorar es bueno. Ahora hay que buscarle alternativas realistas, aunque sin desesperarse pues están Vega, Pereira y el recuperado Klíver Moreno.
El otro perfil que habría que buscar es el de creativo: David Macalister Silva es indiscutible pero tiene 35 años y necesita relevos, Daniel Ruiz requiere no solo reemplazo sino competencia interna y al equipo no le sobran alternativas. Por poner un ejemplo, acaba de salir Javier Reina del Medellín, aunque ya pasó en 2014 sin tanto suceso.
Y el lío gordo: el goleador. Es complicado procesar que Fernando Uribe llegara en enero y, antes incluso de terminar el año, ya tuviera un contrato acordado con Junior. Es el goleador de la Liga (12 tantos) pero es pasado para Millonarios. Sin él y ante la salida segura de Ricardo Márquez, solo quedaría Jader Valencia, que últimamente es más extremo que otra cosa. Por las dudas, Michael Rangel está en México buscando pista de aterrizaje para volver. Les queda el dato...