La pálida le llegó a Millonarios y entró con toda. Son seis partidos por Liga donde los embajadores no conocen la victoria, apenas sumando dos unidades, que lo mantienen con chances de clasificar.
El espejo retrovisor deja la mejor imagen de los azules muy atrás. Pecado o no, la prensa y algunos aficionados, lo perfilaban y enaltecían, por el buen estilo de juego mostrado, con toques ofensivos que aportaba al espectáculo.
Cómo si las frases los condenaran. Tristemente, para los embajadores, esas palabras llegaron de un agente externo. El fútbol da vueltas y pasan muchas cosas, más en un entorno como el azul, donde la presión es constante y la obligación de ganar siempre estará.
El aspecto futbolístico ya se une al mental, no hay respuesta alguna. Es una imagen lejana del Millonarios que tenía hace unas fechas. Puntos para analizar, destacar y profundizar, en la derrota contra Tolima.
La rotación no aportó en ataque: Gamero saltó con Herazo, Jader Valencia y Yuber Quiñones, como principales novedades en la zona ofensiva. Desde el aspecto defensivo, los tres jugadores cumplieron, controlando la salida de Tolima y dejando inoperante, el aspecto ofensivo en el primer tiempo de los locales.
Sin embargo, en la tarea principal, poco y nada generaron en el frente de ataque. Quiñones tuvo un remate que controló Cuesta. En el caso de Valencia y Herazo, no tuvieron una sola opción clara, dejando a un lado la gravedad del asunto con ellos. Millonarios no generó en sus hombres de ataque.
Errores individuales: las pérdidas de pelota constantes dejaban mal posicionado a Millonarios en varios pasajes del partido. Al momento salir con la pelota al piso, Bertel, Pereira y Cataño no lograron tener claridad, para conectar con los hombres de adelante.
Manejo de la posesión inoperante y sin profundidad: en este duelo, los embajadores tuvieron un 47% la pelota, un numero bajo al acostumbrado. El remate de partido evidenció lo que ha sido una constante no solo en este torneo, sino en los anteriores. En Millonarios no se ha consolidado un jugador que rompa esquemas, parta las líneas rivales y sea capaz de sacar la rebeldía, que en el fútbol, es necesaria. El nivel de Andrés Gómez y Daniel Ruiz, llamados a hacer esto, no ha sido el mejor desde hace unas jornadas.
Mala definición y la mente juega en contra: no solo fue contra Tolima. En los duelos anteriores, los azules han realizado una labor destacada, para generar, construir y encontrar goles. El repertorio se está acabando y la última estocada falla. En el Murillo Toro fueron tres remates al arco y uno que se fue al palo.