El ciclo de Hernán Darío Herrera, al frente de Nacional, llegó a su fin. La derrota en el clásico contra Medellín, fue el detonante a un problema que venía desde el semestre pasado, que ni la estrella 17 logró tapar ni dejar conformes a los directivos verdolagas.
Las polémicas surgidas con el ‘Arriero’ vienen más desde el entorno verdolaga que del mismo estratega. En Colombia, se ha vuelto común ver a un entrenador dejar su cargo, pese a lograr buenos resultados el torneo inmediatamente anterior.
Llegó a mitad de semestre, llevó a Nacional a la final y lo sacó campeón. Quedará para el registro, al igual que en su momento Rafael Dudamel, que llegó al Cali a mediados del 2021, para reemplazar a Alfredo Arias, llevando a los azucareros al título de Liga, que no conquistaban desde hace seis años.
No es la primera ocasión que esto ocurre, pues Gustavo Costas vivió dos situaciones similares, cuando dirigió a Santa Fe. Llegó en el segundo semestre del 2014, salió campeón y al otro año lo licenciaron a mediados de junio. Situación similar, pues regresó al león en el 2016, sacándolo campeón de Liga y partiendo para el 2017.
Más reciente y recordado, es el caso de Juan Cruz Real. Llegó a mediados del 2020 al América, resistido por su estilo y el recuerdo de Guimaraes, llevó a los escarlatas a la estrella 15 y al bicampeonato, dejó en abril del 2021 el cargo, aun con chances de avanzar a un eventual título.
Otro de los casos recordados es el de Óscar Quintabani, saliendo bicampeón con Nacional en el 2007, para el 2008, no tuvo respaldo y abandonó la institución.