Andrés Felipe Román llegó a Atlético Nacional y fue como si llevara años ahí: se adaptó de inmediato y se adueñó del puesto a fuerza de talento. En cambio, en Millonarios se han visto en serios problemas para reemplazar a un jugador al que el técnico Alberto Gamero convirtió en polifuncional.
Vale recordar que ese cambio no fue, ni mucho menos, un adiós sencillo: Millonarios le hizo toda clase de ofrecimientos para renovarlo y evitar su salida, pero el jugador se negó reiteradamente y al final se fue libre y, en consecuencia, gratis.
Ese fue un golpe que un sector de le hinchada aún no termina de digerir, pues a Román lo acompañó la institución cuando se frustró su fichaje a Boca Juniors por un supuesto problema cardiaco que nunca se probó a la luz de la ciencia y la medicina y que, a juzgar por el rendimiento del jugador al más alto nivel competitivo en Millonarios y ahora Atlético Nacional, fue un error de los argentinos.
Sin embargo, en la dirigencia del club no parece que haya reproches o deudas pendientes. El presidente Enrique Camacho se refirió por primera vez al polémico caso y, en realidad, pareció restarle importancia.
“Con relación a Román, nosotros como club respetamos los protocolos médicos que puedan tener otros clubes y en ese sentido no entramos en esas situaciones de conflicto. El jugador fue rechazado en su momento por el cuerpo médico de Boca, por protocolos es una discusión que no vamos a entrar a ver desde el punto de vista médico“, recordó el dirigente en conferencia de prensa
“Al jugador le hicimos todo el acompañamiento del caso, tanto médico, como psicológico, como emocional, con todos los compañeros y cuerpo técnico para que lograra una recuperación anímica y física y saliéramos de duda de cualquier problema que tuviera. Afortunadamente eso quedó exitosamente llevado a cabo. El jugador no tenía ningún tipo de problema, de tal manera que se incorporó al grupo. Decidió que no quería renovar el contrato y quería buscar otros horizontes, tenía la libertad para hacerlo y eso fue lo que ocurrió con el jugador“, añadió.
Así que se fue Román y fin de la historia. Daba igual cuál era su destino. Mientras, Gamero no ha podido consolidar un lateral derecho con Alba ni con Perlaza y eso sí fue un golpe más serio que la manera como se despidió una de las piezas más valiosas de la plantilla azul.