Torres hizo lo que pudo, a Herrera lo salvó el talento: pulso de DT's

Tolima amenazó e igualó la final, pero el verde, que no lució, fue campeón por sus estrellas.

Hernán Torres y Hernán Darío Herrera

Hernán Torres y Hernán Darío Herrera

Foto: Tomado de Instagram @cdtolima @nacionaloficial

  • Enviar
  • Guardar
  • Comentar
27 de junio 2022 , 07:56 a. m.

La situación no pudo ser más difícil para Deportes Tolima y Atlético Nacional, en una final que tuvo todos los ingredientes: despliegue físico, angustia y mucho ataque, buen fútbol por largos tramos y talento, ese que decide todo, especialmente los títulos. La alegría fue para el verde tras el 2-1 final, una estrella 17 tapa los defectos en Ibagué y que revalida la frase que no por ser de cajón deja de ser cierta: el fútbol es de los futbolistas.

Hernán Torres no tenía demasiadas opciones: soltar los laterales para sumarlos a un ataque en el que Ureña y Rovira tenían que multiplicarse en marca y en salida y asfixiar con Ibargüen, Cataño, Lucumí y Caicedo. Plata no logró superar su lesión.

La meta era un gol a la mayor brevedad y lo consiguió: a los 18 minutos Hernández forzó el autogol de Olivera. Había que seguir de largo pero se lesionó Ibargüeny así fue como Miranda, el recién llegado, abrió el camino del 2-0 con un centro impecable a Caicedo. Serie empatada a los 36 minutos. Misión cumplida.


Entre tanto, la apuesta de Herrera era clara: mantener los dos hombres de marca (no tres, como se temía) y sumar a Andrade, esperando que sumara marca pero también asociación y pase en el contragolpe, con Mantilla y Pabón como extremos y Jefferson Duque en punta.

Pero en la cancha la gran debilidad de Nacional fueron los extremos Mantilla y Pabón: sabían que su primera obligación era la marca y no solo no cumplieron, sino que tampoco fueron claros después de los goles para recuperar el manejo del juego.

¿Pruebas? En el primer gol de Tolima, lo mira Pabón a Junior Hernández incluso dentro del área; en el segundo no logra tapar nunca Mancilla y pasa libre Miranda junto a Banguero para el centro a Caicedo.

Pero vino el segundo tiempo y la situación cambió dramáticamente: Tolima se quedó con diez tras el cobro de penalti que desperdició Cataño y que luego, en el afán de tomar el rebote, le costó la roja por falta a Mier. Ya Herrera había sacado a Duque y Andrade, ambos intrascendentes, y había dado paso a Guzmán y Mejía para asegurar el terreno. Le dio resultado con diez y fue entonces cuando apostó por Gio Moreno, con lo cual ganó posesión y sociedades. ¿Resultado? Amenazó con el descuento a los 69 minutos en jugada de gol de Pabón bien anulada por fuera de lugar de Duque.

Vendría el sacrificio. Tolima entendió que no podía seguir apostando a abrir esos espacios como en Medellín y salió Caicedo para darle su lugar a Ramírez. Él estaba fresco pero su equipo no: el gran esfuerzo del primer tiempo pasaba factura, Lucumí no tenía ahorro para volver en la marca, Ureña y Rovira sentían el hombre de más del rival y no podían desconectar a Moreno -recién llegado-, quien agregaba una pausa amenazante contra un oponente agotado.

Y así llegó el minuto 80 y ya Torres, consciente que no lograría ya la gesta del tercer tanto por culpa del cansancio, resolvió apostar a los penaltis mientras Herrera se la jugaba en el cierre con Jarlan Barrera para hacer el gol que evitara esa definición. Le vino dar resultado a los 90 minutos, en un cobro de tiro de esquina en el que dejaron solo al más bajito en el área y el título se resolvió así, a fuerza de individualidades, la misma vía por la que el verde llegó a la final: un arquero que salvó un penalti que pudo ser definitivo y un banquillo que le resolvió la sospecha de exceso de confianza al técnico Hernán Darío Herrera. ¡Hoy la dicha es toda verde!

Síguenos en nuestras redes
Comentar
Guardar

Recomendados

  • Premier League
  • Serie A
  • Liga de España
boton left
boton right