El Junior de Barranquilla encontró su equipo pronto y, salvo cambios obligatorios, lo mantuvo hasta el final de la temporada, en la que se disputaron las finales de Copa Suramericana y Liga II.
Aunque hubo ausencias notables, como el lesionado Leonardo Pico, y otras apariciones definitivas, como Yony González, el autor del gol de la tranquilidad contra Medellín en el Atanasio, Junior apostó a un once casi fijo que logró levantar el trofeo y coser la estrella número ocho en el escudo.
Estos son los hombres de la felicidad barranquillera: