El estadio Palogrande, de Manizales, sufrió un hecho lamentable este domingo, en el intermedio del partido de vuelta de cuartos de final de Liga II-2018 entre Once Caldas y Rionegro Águilas. Cuando ambos equipos iban a los camerinos, así como la terna arbitral, cayeron monedas y objetos contundentes que impactaron sobre un asistente de línea y un futbolista del cuadro visitante.
Javier Zemanate, asistente de línea 2, fue impactado por una moneda que cayó desde la tribuna de Occidental, y tuvo que ser suturado con dos puntos tras la agresión.
Esperamos las consecuencias y decisión del juez respecto al golpe recibido por el juez de línea pic.twitter.com/vIYnXuC5Vz
— Casa Blanca (@CasaBlancaOC) 18 de noviembre de 2018
Además, el arquero suplente de Rionegro, Lucero Álvarez, también recibió un impacto “con un artefacto explosivo”, según informó la cuenta oficial de Twitter del equipo antioqueño, y tuvo un corte en uno de sus pómulos.
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— Aguilas Doradas Rionegro (@AguilasDoradasR) 18 de noviembre de 2018
Increíble que en un espectáculo deportivo, en un partido de cuartos de final no se tenga las garantías suficientes.
Nuestro guardameta Lucero Álvarez, fue agredido con artefacto explosivo.
Asistente arbitral también resultó lesionado.
Repudiamos este hecho. pic.twitter.com/pKlDG9DiMW
El compromiso, según informó RCN TV, canal de la trasmisión del juego, tuvo riesgo de suspenderse, pero finalmente el árbitro Luis Sánchez decidió reanudar el segundo tiempo después de más de 30 minutos de entretiempo.
El estadio de Manizales se expone a una sanción por parte de la Dimayor, pues los hechos violentos fueron palpables y peligrosos; así, Once Caldas se vería en problemas en caso de clasificar a la semifinal, o si no sufrirá en sus primeros partidos de local en la Liga I-2019.