La violencia entre hinchas de los equipos colombianos superó las fronteras. La barbarie se presentó esta vez en Cochabamba, Bolivia, pues en ese país se encontraron hinchas de Deportivo Cali y Junior de Barranquilla, ya que ambos equipos jugaron este jueves, en Copa Libertadores y Copa Sudamericana, respectivamente.
Terror se vivió en la terminal de buses de Cochabamba, pues allí aficionados del Junior se desplazaban a Santa Cruz, para asistir al partido con Oriente Petrolero; mientras que los azucareros se dirigían a La Paz, para presenciar el juego contra Always Ready.
Momentos de angustia, pues los hinchas del Cali atacaron a los de Junior con machetes y puñales, sin importar las condiciones de los seguidores del tiburón. “Ellos eran muchos, nosotros pocos, entre ellos, una mujer embarazada. Tenían armas y nosotros, no, pero nos hicieron correr”, contó un hincha de Junior a Bolivisión.
“Había gritos y miedo porque de la nada levantaron machetes. Eran dos bandos de colombianos. Un grupo estaba sentado y el otro grupo vino de la nada a agredirlos. Empezaron a gritarse y un grupo ya estaba alzando los machetes. El otro grupo, que no tenía casi nada, empezaron a escapar”, contó una trabajadora del terminal de Cochabamba.
El saldo fue de dos heridos y once detenidos, que serán deportados en las próximas horas por las autoridades bolivianas.