Italia no cree en nadie, menos en Suiza. Este miércoles pasó por arriba, goleó por 3-0 y, más que nunca, ganó, goleó y gustó para avanzar a la siguiente fase de la Euro 2020.
Quién sino Inmobile era el primero que se animaba, a los 10 minutos, con un cabezazo frontal que se le fue apenas por arriba del arco. Se arruinó la jugada de gol tan celebrada de Chiellini a los 19 minutos cuando el VAR pillaba que le pegaba la pelota en la mano antes que en la cabeza y ya Suiza, que era un tirgre en el pitazo, se iba convirtiendo en un gatito.
El primer gol cayó a los 26 cuando Berardi encontró libre a Locatelli y él, que lo hace bien todo en la cancha, castigó de derecha. Era lo obvio.
A los 52 el socio del mejor de la cancha era Barella y ahora con la izquierda metía un remate tan cruzado Locatelli que no había más que hacerle vista. Un 2-0 normal, contra una Suiza que no tuvo ni ganas ni talento para reaccionar.
El castigo final, la goleada, fue obra de Inmobile a los 89, pase de Toloi y otra vez a ponerse el traje de verano, el que solo a los italianos les ajusta tan bien, y chao, nos vemos en la siguiente fase de la Euro.
