El más importante regate de Lucas Hernández se lo ha hecho a la prisión, tras conocerse este miércoles la decisión de la justicia sobre un caso de violencia conyugal.
Los hechos ocurrieron en 2017, cuando el jugador de Bayern Múnich y su pareja, Amelia Lorente, fueron condenados a 31 días de trabajo comunitario y a mantenerse alejados y sin comunicación por seis meses, tras protagonizar escenas de agresiones mutuas.
Sin embargo, cuatro meses después se reconciliaron y se fueron de vacaciones a Estados Unidos, sin contemplar que les faltaba tiempo para cumplir la condena inicial. Ambos fueron detenidos a su regreso en Madrid y comenzó una causa judicial que se ha resuelto favorablemente para el campeón mundial francés.
"Consideramos que debe estimarse el recurso de apelación y acordar la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad impuesta a Lucas François Bernard Hernández", fue la decisión de la Audiencia Provincial, lo cual le evita al futbolista una pena de seis meses de cárcel.