El proceso por presunto abuso sexual, que tiene a Dani Alves tras las rejas, ha dejado ya un daño colateral que para el futbolista es prioritario: su esposa, Joana Sanz.
La bella modelo le ha pedido el divorcio mientras se investiga la denuncia, apoyada en reveladoras pruebas, de una mujer de 23 años que habría sido violentada por el brasileño en el baño de un reconocido bar de Barcelona, la noche del 30 de diciembre pasado.
El jugador, de 39 años y encerrado en la prisión de Brians 2, habría llamado a su mujer desde la cárcel para tratar de convencerla de no seguir adelante con su demanda de divorcio.
'El programa de Ana Rosa' de Telecinco contó detalles de una conversación con quien todavía sigue siendo su cónyuge.
"Joana Sanz le pidió verse en un vis a vis y Dani Alves dijo que no", explicó Leticia Requejo."Podemos confirmar que después de decir que no, Dani Alves llama desde prisión directamente a la que sigue siendo su mujer. Una conversación telefónica, que dura muy poco, en la que apenas se pueden explicar las cosas porque en este caso el tiempo es oro", aseguró
Dani Alves llamó a Joana Sanz desde la cárcel, nuestra compañera Leticia Requejo nos ofrece más datos sobre qué hablaron la todavía pareja #AR2F. https://t.co/JVVj6Rc5sb
— El programa de Ana Rosa (@elprogramadear) February 2, 2023
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¿Qué le dijo? "Dani Alves le dice a Joana Sanz que sabe la decisión que ha tomado de divorciarse, pero que no la quiere perder y que la quiere mucho".
El futbolista, quien también enfrenta un proceso legal de Pumas de México por incumplimiento de contrato, se concentra ahora en la excarcelación mientras siguen las investigaciones y la evaluación de pruebas que complicarían su situación, pues hay videos del lugar y testimonios que respaldan a la presunta víctima.