Los jugadores de la Selección Colombia profesan permanentemente su fe y dejan en manos de Dios los momentos buenos y los malos.
Públicamente expresan su convicción y muchas veces trabajan por causas relacionadas con su inclinación religiosa.
El primer, sin duda, el capitán Falcao:
Yerry Mina también habla constantemente de su fe y, todas las dificultades físicas que ha sufrido en el último año, las pone en manos de Dios.
Juan Guillermo Cuadrado expresa constantemente su ideología religiosa:
Miguel Borja, quien estuvo con Colombia en el Mundial de Rusia, está muy comprometido con su fe:
En estos días de recuperación por una grave lesión, también Juan Fernando quintero se refugia en Dios:
Carlos Bacca, atacante del Villarreal y quien jugó dos Mundiales con Colombia, también invita a creer: