Los árbitros son las únicas personas en un partido de fútbol que no reciben ningún tipo de apoyo por su trabajo. Así tomen las mejores y más acertadas decisiones, siempre serán objeto de ataques y de desaprobación por algunos sectores de la opinión pública. Su labor requiere de mucha fortaleza mental y psicológica, pero a veces, como en este caso, los sentimientos afloran y no se pueden controlar.
En el fútbol de Túnez, el juez central Yassine Yarrouche no logró controlar su sentir: no soportó las agresiones que bajaban desde la tribuna y lloró en pleno partido mientras los futbolistas intentaban consolarlo.
El momento, que es bastante curioso, raro y hasta tierno, sucedió en el triunfo 1-0 de Club Athlétique Bizertin sobre Avenir Sportif de la Marsa.
Redacción Futbolred