Luis Díaz tuvo un partido menos lucido que los anteriores pero cumplió en la semifinal de ida de la Champions League, entre Liverpool y Villarreal. La victoria 2-0 encamina la serie, más allá de que el colombiano no hubiera podido celebrar su tanto.
Díaz había ganado ya una primera batalla al ganarle a Diogo Jota el pulso por estar en el once titular, completando el tridente con Salah y Mané.
Y su primera aparición ocurría a los 13 minutos, cuando encontraba un camino al arco que solo el portero Rulli le cerraba. La más clara llegaría a los 30, un remate potente y cruzado que otra vez encontró bien ubicado al arquero, pero era la opción en una defensa cerradisima y bien plantada.
Una más tendría Mané y otro buen pase de Díaz a Salah, que sobre la hora salvaba Lo Celso, antes de ir al descanso. Llamaba la atención que en el duelo intenso que tenía con el argentino Foyth por la banda izqueirda, cometía dos faltas.
Fue el primero en celebrar el disparo de Henderson que acabó en el autogol de Estupiñán y por centímetros logró evitar el offside en el buen tanto de Mané, cuando en dos minutos acabó Liverpool con un problema importante que le planteó Villarreal.
Un tiro apenas pegadito al palo tendría cuando ya la cuenta estaba 2-0 y otra más fabricaba para meter un pase atrás, con una pirueta, que no encontró receptor.
Se fue Mané a los 72 y se mantuvo Díaz en la cancha, pero finalmente le dio su lugar a Origi a los 80.
Fue bueno el balance en términos de entrega y sacrificio, tuvo al menos tres ocasiones claras y eso es bueno, pero hay que decir que Foyth le ganó el pulso por la banda.
