Barcelona está muy cerca de concretar uno de los peores fiascos de su historia. Ni la llegada de Xavi Hernández al banquillo técnico impediría la más que probable eliminación en ¡primera fase de Champions League!
El conjunto blaugrana esperaba un cambio total con la llegada de su antiguo capitán. Desafortunadamente la ineficacia de cara al arco contrario se mantuvo, incluso en el duelo clave de este martes frente al modesto Benfica.
Con la imperiosa necesidad de ganar por una buena diferencia, el equipo culé terminó empatando a cero con un total de 14 remates, tan solo tres al arco y una posesión del 66%.
Con el punto en casa, la situación del Barcelona en la tabla se complicó. Está ubicado en la segunda casilla con siete unidades y -4 en la diferencia, mientras que los portugueses son terceros a tan solo dos puntos y la misma diferencia.
Si bien actualmente está clasificado, a Xavi y compañía se les avecina una misión casi imposible. En la última jornada del Grupo E deben ganar en casa del Bayern Múnich, su gran dolor de cabeza del último tiempo, para sellar el pase a octavos de final.
En caso de empatar o perder, quedan dependiendo completamente de lo que haga el Benfica en su casa (Estadio da Luz) frente al colero Dinamo Kiev. Una victoria lusa, los deja terceros y jugarían en 2022 la Europa League. Situación insólita para una institución de la categoría del Barcelona.