Karl-Heinz Rummenigge es una institución en el fútbol mundial, pero es alemán y eso le permite tomare siempre un segundo más para apuntar con precisión cada dardo.
El ex director ejecutivo del Bayern Munich, y hoy miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA, apareció con mucha, mucha altura, para atender a todos los protagonistas de los grandes escándalos del fútbol europeo.
Primero habló de la famosa investigación por el pago del Barcelona al vicepresidente de los árbitros de España, José María Enríquez Negreira, y se declaró cero sorprendido pues cada vez que jugaba en España (con el Bayern) tenía una sensación rara: "Créeme cuando te digo que me reí al leer esta noticia", le dijo a Corriere dello Sport. "Sin embargo, no me sorprende. Cada vez que jugábamos en España tenía una sensación extraña. Son cosas inaceptables que no solo afectan al torneo nacional. El tema arbitral también debe abordarse con mucha seriedad y respeto", declaró.
Y después enfiló a Juventus y su maniobra financiera para inflar el valor de los jugadores, disparar su ventas y generar una salud financiera ficticia, práctica por la que ya fue sancionado con 15 puntos en Serie A, verdaderamente se escandalizó: "Leyendo lo que había hecho la Juve no me lo podía creer, no había oído nada igual en mi vida. La Juve es un club muy importante, un punto de referencia para el fútbol italiano y europeo que se ha metido un gol en propia meta estrepitoso, pero estoy seguro de que sabrá reconstruirse en el momento oportuno", opinó.
Finalmente, Rummenigge puso en evidencia una situación clave en la aventura fallida de la Superliga: "No es casualidad que la idea surgiera de tres clubes con enormes problemas de liquidez. Pretendían obtener ingresos importantes rápidamente. Ahora la propuesta de la Superliga ha pasado de 20 a 80 equipos, pero el fútbol no soportaría un cambio tan radical. Lo que tiene que cambiar, y rápido, es el Fair Play Financiero, tendrá que ser más estricto", concluyó.