¿Por qué no se vacunan? Kimmich, el fútbol y el lío sanitario alemán

El 10 por ciento de futbolistas de Alemania se niega a inmunizarse contra la covid-19.

Joshua Kimmich

Joshua Kimmich

Foto: Tomado del instagram oficial @jck_32

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25 de noviembre 2021 , 02:05 p. m.

Antes que futbolistas son ciudadanos. En teoría, las normas sanitarias los obligan a aplicarse la vacuna contra la covid-19 como medida necesaria para recuperar la normalidad, pero son muchos los que aún dudan de los efectos secundarios y se niegan a inocularse. También a ellos la Ley les ampara esa duda.

Es la realidad que enfrentan decenas de gobiernos en el mundo, pero es en Alemania donde ha alcanzado mayor repercusión la discusión, pues toca directamente a la Bundesliga, nada que menos que el 'caballito de batalla' del gobierno de Angela Merkel para mostrar los resultados de una de las políticas sanitarias más efectivas del mundo. Sí, el Gobierno usó el fútbol como vitrina y ahora sufre un incómodo efecto boomerang. 

Se resume todo en la figura de Joshua Kimmich, una de las figuras del torneo local, de la selección nacional, una auténtica celebridad. El talentoso defensor representa al 10 por ciento de jugadores de las ligas profesionales alemanas que se niegan a ponerse la vacuna, una decisión que ha tomado casi el 30 por ciento de la población total del país.

Sucede que las autoridades nacionales esperan una cuarta ola del virus y que no quieren someter a nadie a nuevos aislamientos obligatorios y otras medidas radicales, por lo cual analizan la opción de obligar a los futbolistas a ajustarse a la norma que rige para todos: vacunarse o permanecer fuera del puesto de trabajo. El conflicto no es menor: es el derecho al trabajo vs la objeción de conciencia, el bien común sobre la libertad individual, el derecho sobre el deber.


Y en el medio, una difícil situación: Joshua Kimmich y Eric Maxim Choupo-Moting, dos de los cinco no vacunados del Bayern Munich (Gnabry, Sülle, Musiala completan el grupo), dieron positivo este miércoles y serán baja casi segura para el duelo liguero contra Borussia Dortmund, el 4 de diciembre, y contra FC Barcelona, el 8 de diciembre, pues deben estar dos semanas aislados en sus domicilios. 

Ya el grupo de 'rebeldes' fue obligado a hacer siete días de cuarentena por contacto cercano con un positivo en la selección nacional. Pero la paciencia se ha ido agotando y las presiones vienen de todos lados: el propio Bayern ya habría logrado 'persuadir' a Gnabry y Musiala a través de una norma de estado de Baviera, que le permite recortar proporcionalmente los ingresos de los trabajadores que se nieguen a la inoculación y que, producto de ello, no puedan cumplir con las funciones para las que sean contratados. Kimmich, por ejemplo, ya no estuvo contra Augsburgo y Dínamo de Kiev.

La prensa local afirma que el equipo más poderoso de la Bundesliga ya suma más de $1.000.000 de euros en recortes salariales por esta vía, de los cuales 427 mil se le descontaron a Kimmich, a quien sus ingresos de 20 millones de euros por temporada le permiten mantenerse en su decisión. Por ahora...

Porque el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wüst, de la CDU, resume la sensación del gobierno alemán, involucrado directamente en esta discusión: "me parece absolutamente correcto que aquel que acuda a su lugar de trabajo, ya sea en un restaurante o en el terreno de juego, debería estar vacunado igual que cualquier otro, y quizá más aún en el futbol profesional, por constituir un modelo", dijo.

Pero también porque hasta los compañeros de equipo de los que no quieren la vacuna piden que cambien de idea: "Es una línea muy fina, una discusión ética, moral. ¡Soy un amigo de las vacunas! Y espero que los jugadores que aún no han sido vacunados cambien de opinión", dijo Müller.

¿Por qué no se vacunan?

Kimmich entiende su rol de influenciador para los jóvenes y miles de ciudadanos de su país, pero básicamente pide más información: "solo quiero esperar por mí mismo cuando haya estudios a largo plazo. Sin embargo, soy consciente de mi responsabilidad. Por supuesto, me adhiero a las medidas de higiene. Los jugadores no vacunados del club nos hacemos pruebas cada dos o tres días", dijo.

El brillante jugador se desmarca del 'negacionismo' y no descarta vacunarse en un futuro: "Absolutamente lo tengo en cuenta. Por eso no digo categóricamente que no me vacunaré en absoluto. Se trata solo del hecho de que todavía tengo algunas preocupaciones. Por eso es muy posible que me vacunen en el futuro", explicó.

"Solo hay "vacunados" o "no vacunados". Y "no vacunado" a menudo significa que de alguna manera eres un negacionista de la corona o un oponente a las vacunas. Pero también creo que hay algunas otras personas en casa que solo tienen algunas preocupaciones por vacunarse, sean cuales sean sus razones. Y creo que eso también debería respetarse. Especialmente siempre que se ciña a las medidas. A menudo tengo la sensación en nuestra sociedad de que si no estás vacunado, de alguna manera te tachan directamente", concluyó.

Discriminación, denuncia. Y viniendo de un hombre con su reconocimiento, no es una voz más en contra de las vacunas. ¿Hay paranoia por el virus en Europa? Hasta los científicos están divididos, cómo no lo iban a estar los futbolistas. El tema es que el conflicto ha ido escalando y el fútbol, que tanto sirvió en su momento, ahora amenaza con un autogol. Nadie, absolutamente nadie, estaba preparado para enfrentar estas crisis.

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