Una trifulca, con pelea incluida entre los dos equipos en el acceso a los vestuarios, prolongó la tensión de la semifinal de la Copa América que jugaron Paraguay y Venezuela. Salomón Rondón, por parte de Venezuela, y Néstor Ortigoza, de Paraguay, tuvieron que ser separados para evitar males mayores.
La polémica, los empujones, las amenazas y las provocaciones redondearon un partido que mereció ganar Venezuela. Los penaltis, en cambio, dieron el pase a Paraguay, que llega a la final del torneo sin ganar un partido.
Se presenta a luchar por el título con cinco empates ante Uruguay el domingo 24 en el estadio Monumental de River Plate.
Mendoza (Argentina), EFE .