Ni el Schalke ni Raúl -que fue amonestado por una falta contra el chileno Arturo Vidal- tuvieron una buena tarde ante un conjunto claramente superior que acaso está empezando pensar en la posibilidad de una remontada milagrosa.
El Leverkusen abrió el marcador en el minuto 20 con un golazo del suizo Eren Derdiyok que, con un remate de primera dentro del área y sobre la carrera, puso el balón en el ángulo superior izquierdo de la portería de Manuel Neuer, aprovechando un pase desde el círculo central de Michael Ballack.
La ventaja del equipo de las aspirinas era justa pues en los primeros veinte minutos había tenido claramente el control del partido. El Schalke había tenido una ocasión, en los pies de Edú, pero era el Leverkusen el que le estaba poniendo su sello al partido.
La llegada más clara había sido un remate de cabeza de Ballack, al que Neuer reaccionó con una buena parada, y en otros momentos, pese a que no se llegase al remate, se advertía que se estaban encontrando agujeros en la defensa del Schalke que en el ataque se limitaba a confiar en una posible arranque de inspiración de Raúl.
El segundo gol llegó pronto, en el minuto 27, cuando el brasileño Renato Augusto metió un balonazo al área, buscando a Ballack, que Christoph Metzelder envió a la propia portería al tratar de interceptar.
En la segunda parte, sobre todo después de que pasó la primera hora de juego, el Schalke mostró síntomas de mejoría y tuvo más acciones ofensivas pero el Leverkusen seguía siendo claramente más peligroso y atrás el central Benenickt Höwedes y Manuel Neuer evitaron en un par de ocasiones el tercer gol del equipo de las aspirinas.
Berlín
Efe
