Con su victoria, el CFR Cluj se hizo con el título por tercer año consecutivo y sumó su tercera Copa de Rumanía.
El equipo granate confirma de esta forma su dominio del fútbol rumano, después de una historia centenaria sin títulos ni gloria.
Disputado en medio de un gran ambiente en la ciudad nororiental de Iasi, la final fue una auténtica fiesta del fútbol provincial rumano, que en los últimos años ha conseguido romper la tradicional hegemonía de los equipos de la capital, Bucarest.
Un viejo conocido del fútbol español, el ex jugador oviedista Marius Lacatus, se sentó esta noche en el banquillo del Vaslui.
Lacatus no pudo llevar a la ciudad moldava el primer título de la historia de este modesto club, después de acabar la Liga en un meritorio tercer puesto.
EFE
Bucarest