Ribéry no podía creer que fue expulsado en la semifinal de ida de la Liga de Campeones tras una infracción en un tobillo contra el delantero argentino Lisandro López en el minuto 37.
El árbitro italiano Roberto Rosetti no dudó en sacar una tarjeta roja directa ante un Ribéry que debió irse a los vestuarios cabizbajo.
Para alegría de Ribéry, el Bayern venció 1-0 al Lyon, que que también se quedó con 10 hombres tras sufrir una expulsión a comienzos de la segunda mitad.
El internacional francés, que todavía tiene que decidir si se quedará en el Bayern o se unirá a otro club europeo importante al final de la temporada, se perderá el partido de vuelta en Francia y podría quedar fuera de la final si el Bayern clasifica y la Uefa le da dos partidos de suspensión.
El extremo, de 27 años, caminó ante los periodistas después del partido sin decir una palabra.
Ribéry, cuya participación en el partido estaba inicialmente en duda debido a una lesión, es uno de los internacionales franceses, junto a Sidney Govou, que fueron interrogados en relación con una red de prostitución y el Bayern lo mantuvo fuera de la escena mediática durante toda la semana.
El entrenador del Bayern, Louis van Gaal, dijo que Ribéry tuvo mala suerte al ser expulsado.
'No creo que era para una tarjeta roja porque (...) no fue falta muy fuerte', dijo.
Van Gaal, quien tuvo una difícil relación con el jugador, dijo que esperaba que sólo recibiera una sanción de un partido.
'Si lo ves de cerca no era para una tarjeta roja. Es más para una amarilla, así que espero que (...) sea suspendido por un solo partido', concluyó.
Reuters