La situación fue denunciada por los administradores del estadio, que atribuyeron al crimen las dificultades que tuvieron numerosos hinchas para adquirir entradas para el partido de mañana entre el Flamengo y el Botafogo por semifinales de la Copa Río.
La apertura de las taquillas del Maracaná se atrasó dos horas en la mañana mientras los especialistas de la policía realizaban las respectivas pericias en el local invadido.
Según la policía, la impresora robada no tiene capacidad para imprimir entradas, por lo que por ahora se descarta que pueda ser usada para un fraude.
EFE