Es que después de siete fechas, al cabo de las cuales el grupo dirigido por Hernán Darío Herrera no levanta cabeza ni da síntomas de recuperación, en el seno de la directiva se prendieron las luces de las alarmas.
Pero, infortunadamente, para dar los conocidos bandazos: a comienzos de la semana los directivos anunciaron el despido de los jugadores Éisner Loboa y Carlos Henao, por actos de indisciplina reconocidos por los jugadores, pero luego cambiaron de opinión.
En efecto, luego de una solicitud de los propios afectados, sumada a una carta en el mismo sentido firmada por el resto de integrantes de la plantilla, los directivos aplicaron la reversa y les dieron una nueva oportunidad a los infractores.
Esa decisión estuvo acompañada de un llamado de atención por el bajo rendimiento individual y colectivo y por la posición que se ocupa actualmente en el Torneo Postobón 2010, muy lejos del protagonismo que se planteó antes de comenzar la temporada.
Pasto no ha podido sumar de visitante (cero puntos en cuatro partidos) y ya cedió puntos en casa, de ahí que el déficit sea notorio. Tanto, como el pobre nivel futbolístico ofrecido hasta ahora por los dirigidos por el 'Arriero' Herrera, que aún no encuentra la formación tipo ideal para llevar al equipo a los puestos de privilegio. Y si se suman los problemas de indisciplina destapados esta semana, pues el cuadro clínico no es halagüeño.
La mejor forma, y la más rápida también, para salir de estos baches es ganar jugando bien. Algo que el conjunto pastuso intentará hacer este domingo en el estadio La Libertad cuando reciba la visita de un Expreso Rojo que acaba de salir de perdedor y del último lugar de la clasificación.
En su más reciente presentación como local, Pasto empató 2-2 con Rionegro y les dejó a los hinchas una agridulce sensación. Ahora, no hay más remedio que reivindicarse, para que la presión que ya se siente dentro del grupo no se extienda también a las tribunas.
Expreso Rojo tampoco logró sumar hasta ahora de visitante, pues perdió en sus tres anteriores salidas. El pasado fin de semana, luego de dos meses de espera, el equipo por fin celebró una victoria que le había resultado esquiva. Decían que el conjunto albirrojo, dirigido por Luis Herney Melo, venía jugando bien, pero esos elogios no venían acompañados de resultados positivos que los respaldaran, una dualidad que cambió gracias al 3-1 conseguido sobre Pacífico.
Ahora, con puntos por fuera de su casa, Expreso Rojo tiene la obligación de respaldar esa retórica. Además, las alarmas no se han apagado aún, porque el equipo de Zipaquirá todavía está en la 'zona caliente' de la clasificación, apenas un punto por encima del colero Centauros.
Entonces, no hay posibilidad de relajarse, de pensar que ya el mal momento se dejó atrás y, más bien, hay que seguir apretando los dientes y luchando para, a fuerza de triunfos, salir de ese profundo hoyo.
