Después de la engorrosa experiencia de la semana que precedió el choque ante los ecuatorianos por las condiciones en las que estaba el gramado, la administración municipal se curó en salud y no escatimó esfuerzos para tenerlo diez puntos.
"Apenas la Selección termina, ingresa el personal a revisar el estado de la cancha para mantenerla húmeda hasta la once, doce de la noche. En la mañana volvemos a tocarla. Esta vez nos dedicamos a que el gramado cumpla los requerimientos de los jugadores y del cuerpo técnico", explicó el administrador de la Unidad Deportiva, Giovanni Caro.
Esta vez, nadie habló de la gramilla. La única declaración la hizo el técnico Eduardo Lara el lunes en la noche "felicitándonos por el estado de la gramilla", añadió Caro Uribe. Ante Chile, el estado del césped no será excusa.
Juan Diego Ortiz Jiménez
Especial para FUTBOLRED