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Los latinos en la Copa de Europa: el fútbol hecho pasión
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Los latinos en la Copa de Europa: el fútbol hecho pasión

Con su reconocido espíritu competitivo, los jugadores suramericanos del Barcelona y del Manchested United están listos para entrar en la historia de las finales de la Liga de Campeones.

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24 de mayo 2009 , 09:09 a. m.

Sólo tres jugadores latinoamericanos del Barcelona -el argentino Leo Messi, el uruguayo José Martín Cáceres y el brasileño Silvinho- pueden estar en el Olímpico de Roma el próximo día 27, ya que el argentino Gabriel Milito y el mexicano Rafael Márquez están lesionados y el brasileño Dani Alves sancionado.

Del lado del United, aparecen el argentino Carlos Tévez y los brasileños Anderson, Fabio Da Silva y Rafael Da Silva.

Tévez y Anderson son los únicos latinos de los dos equipos que saben lo que es ganar la Copa de Europa, ya que la consiguieron la pasada temporada en la final de Moscú ante el Chelsea, resuelta en los penaltis tras el empate a un gol (Ronaldo y Lampard) del 21 de mayo en el estadio Luznikí.

El delantero argentino Tévez jugó todo el partido y anotó el primer gol de la tanda de penas máximas, mientras Anderson reemplazó a Brown en el minuto 120 y tampoco falló su lanzamiento.

El repaso de la historia de la máxima competición europea de clubes registra momentos brillantes de los jugadores latinoamericanos y goles decisivos que valieron un título.

También tiene sus capítulos dramáticos y tristes.

El protagonista latino indiscutible de la Copa de Europa, luego Liga de Campeones, fue el argentino Alfredo Di Stéfano que, con el Real Madrid, conquistó los cinco primeros trofeos entre 1995 y 1960.

Di Stéfano marcó en las cinco finales, en las que sumó un total de seis goles.

En esas cinco copas seguidas, también destacaron el argentino Héctor Rial, con cuatro títulos, y el uruguayo José Santamaría, con tres.

El brasileño José Altafini quebró con el Milán la racha de dos títulos consecutivos logrados por el Benfica del gran Eusebio en la final de la temporada 1961/63, con dos goles que remontaron en Londres el inicial de la "pantera negra".

Joao José "Mazola" Altafini se proclamó, además, máximo anotador del torneo con 14 goles.

También un brasileño, Jair, en las filas del Inter del argentino Helenio Herrera, volvió a amargar otra final a Eusebio, la de 1964/65, al marcar el único gol del partido disputado en Milán.

Herrera vio rota la hegemonía de su Inter en la final de Lisboa de la temporada 1966/67 cuando, contra todo pronóstico, el Celtic de Glasgow se llevó la copa al vencer por 2-1.

El brasileño Roberto Carlos es otra de las grandes figuras latinas de la historia de la Copa de Europa, ya que conquistó con el Real Madrid los títulos de 1997/98, 1999/00 y 2001/02.

Roberto Carlos contó como compañeros con el argentino Fernando Redondo en los títulos de 1997/98 y 1999/00, y con la de sus compatriotas Roberto Savio (en el segundo) y Flavio Conceicao en el de 2001/02, final (2-1 al Bayer Leverkusen) que disputó el también argentino Santiago Solari.

El portero brasileño Dida entró con el Milán en el palmarés de la Copa de Europa en dos ocasiones, en las temporadas 2002/03 y 2006/07 y estuvo muy cerca de conquistar el tercero, el de 2004/05, ya que el Milán se puso con un 3-0 en el primer tiempo, pero el Liverpool igualó en el segundo y se llevó el trofeo en la serie de penaltis.

Los brasileños Cafú y Kaká y el argentino Hernán Crespo compartieron el dolor de Dida en ese partido, del que se resarció, junto con el media punta, en la final ganada al Liverpool por 2-1 en Atenas el 23 de mayo de 2007.

Crespo, hoy en el Inter de Milán, fue uno de los jugadores más afectados por la derrota ante el Liverpool. Había anotado dos de los goles del Milán (minutos 39 y 44), ambos a pase de Kaká, y fue relevado por Tomasson en el minutos 85.

En otros capítulos de tristeza sufridos por futbolistas latinos, se pueden mencionar las derrotas del Valencia en las dos finales consecutivas que jugó en 1999/00 y 2000/01, ante Real Madrid y Bayern Múnich, respectivamente.

El 3-0 del Madrid fue inapelable y los argentinos Killy González y Claudio "Pijo" López se quedaron sin título. Más dura fue la derrota ante el Bayern, en "San Siro", el 23 de mayo de 2001, ya que se perdió en la "lotería" de los penaltis.

López y Gonzalez vieron esfumarse la copa por segunda temporada seguida. Allí estaban también derrotados sus compatriotas Roberto Fabián Ayala, Mauricio Pellegrino y Pablo Aymar y el técnico Héctor Cúper.

Pellegrino vivió su noche más amarga al fallar el penalti que entregó el título al Bayern.

Quizá la derrota más trascendental de un latinoamericano en la historia de la Liga de Campeones fue la que padeció Di Stéfano en la final del 27 de mayo de 1964, en Viena, perdida con el Inter de Milán por 3-1.

La "saeta rubia" discutió con el entrenador, Miguel Muñoz, por el planteamiento táctico. No sólo perdió el partido, también el pulso con el técnico. Abandonó el Madrid al finalizar la temporada después de haber ganado con la camiseta blanca ocho ligas, cinco Copas de Europa, una Copa de España y una Intercontinental.

EFE

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