La comisión disciplinaria de la federación condenó además a sus clubes a pagar sendas multas de cifras similares.
El partido fue polémico por el penalti pitado a favor del Inter en la segunda mitad, cuando el marcador era de 3 a 1 a favor del AS Roma. Esa pena máxima irritó a los romanos, que consideraban que no había falta en la acción del lateral Marco Motta sobre Mario Balotelli.
Al término del encuentro, Daniele de Rossi puso en duda la honestidad del árbitro, asegurando que podía "haber errores de arbitraje" pero que no entendía porque iban "siempre en el mismo sentido".
Dos días después, Mourinho, enojado por la polémica surgida, habló de "prostitución intelectual" y atacó a los rivales del Inter - AS Roma, AC Milán y Juventus - acusando al equipo de Turín de haber "ganado muchos puntos con errores arbitrales".
En cuanto al delantero del Inter Mario Balotelli, que convirtió el penalti en cuestión y se giró hacia los 'tifosi' romanos metiéndose el dedo índice en la boca antes de sacarles la lengua, la comisión de disciplina se declaró incompetente en ese asunto.
Roma
AFP