Yevhen Seleznyov, un suplente de Dnipro, de Ucrania, quien saltó al campo en el minuto 81 para marcar en el primer balón que tocó, amargó el sueño de Nápoles, que solo pudo firmar en su estadio un empate a un gol en el choque de ida de las semifinales de la Liga Europa.
Es posible que el conjunto italiano no olvide el nombre de un jugador apenas conocido en el fútbol europeo. Su tanto, cuando los ucranianos habían disparado a portería pocas veces, fue un jarro de agua fría para Nápoles, que se adelantó en el marcador por medio del español David López al principio de la segunda parte.
La temporada de Nápoles, bastante irregular y algo decepcionante en la Liga italiana, obliga a Benítez a alcanzar como mínimo la final que se disputará en Varsovia. Con Juventus campeón en Italia y fuera de la Copa, el cuadro transalpino tenía la necesidad de dejar atrás a Dnipro, la gran sorpresa del torneo.
Los hombres de Myron Markevych se presentaron en las semifinales después de eliminar a equipos como Olympiakos, Ajax o Brujas, tres clubes a priori superiores por nombre, pero que no pudieron pasar por encima del fútbol correoso y molesto de Dnipro.
Markevych ha montado un bloque poco imaginativo, pero muy efectivo, y eso siempre es complicado para cualquier rival que desee jugar la pelota con posesión y buen juego. Esa era la idea de Benítez, quien probablemente sabía de antemano que iba a chocar contra un muro inexpugnable.
Por lo menos así fue en la primera parte, en la que Nápoles dominó el duelo de manera estéril. Dnipro consiguió apagar la bombilla de las ideas de David López y Jorginho, quienes no pudieron clarificar el juego de sus compañeros y el argentino Gonzalo Higuaín fue una isla arriba durante los primeros 45 minutos. En ellos, solo Lorenzo Insigne, con un disparo desde fuera del área, fue capaz de inquietar al equipo ucraniano, que consiguió sacudirse el dominio durante algún instante en el que pudo marcar por medio de Jaba Kanvanka, con un disparo lejano que despejó el meta argentino Mariano Andújar
Benítez espabiló a sus jugadores en el vestuario y éstos, sin mucho acierto, pero con empuje, consiguieron por fin inquietar con cierta asiduidad la portería defendida por el guardameta Deny Boyko, quien no pudo parar un cabezazo de David López a la salida de un córner.
El centrocampista de Nápoles marcó su primer gol en la competición e hizo soñar a una hinchada que no disfruta de una final desde aquella que ganó con Diego Armando Maradona en 1989. Más de dos décadas después, un cabezazo de David López acercaba al club de Aurelio De Laurentiis hacia un partido decisivo.
Esa alegría llena de fantasías no se convirtió en una realidad por los fallos de Gonzalo Higuaín o por los aciertos de Boyko, quien se encargó de frenar al argentino en dos ocasiones bastante claras.
Dnipro estaba muerto, pero una jugada aislada cambió todo. Yevhen Seleznyov, quien saltó al campo como cambio al final, solo tardó unos segundos en tocar la pelota para mandarla a la red de la portería de Nápoles.
En probable fuera de juego y en casi la única oportunidad ucraniana, Dnipro sacó petróleo para amargar a Benítez, quien tendrá que esperar a una vuelta que se antoja complicada para repetir la final de 1989.
Síntesis
Nápoles 1-1 Dnipro
Nápoles: Andújar; Maggio, Albiol, Britos, Ghoulam; Jorginho, David López (Gargano, min. 71); Callejón (Gabbiadini, min. 77) Hamsik, Insigne (Mertens, min. 82); e Higuaín.
Dnipro: Boyko; Fedeckyj, Douglas, Cheberyachko, Matos; Kankava (Bezus, min. 69), Fedorchuk; Luchkevych (Bruno Gama, min. 57), Rotan, Konopljanka; y Kalinic (Seleznyov, min. 81).
Goles: 1-0, min. 50: David López; 1-1, min. 81: Seleznyov.
Árbitro: Svein Oddvar Moen (NOR).
Amonestados: Kankava y Fedetskyy.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de las semifinales de la Liga Europa disputado en el estadio de San Paolo ante cerca de 50.000 espectadores.
EFE
