Un hecho poco común ocurrió este domingo en Ibagué cuando el conductor que iba a transportar a los jugadores del Cali al estadio Manuel Murillo Toro, había consumido licor, según cuenta Eduardo Franco, gerente deportivo de la institución ‘verdiblanca’.
“Llegó a la hora presupuestada y los miembros de escolta de la Policía detectaron algo raro y tras realizarle la prueba de alcoholemia, tenía más grados de lo permitido. Él dijo que había estado en un asado y se había tomada un par de cervezas”.
Esto ocurrió sobre las 3 de la tarde y el equipo salió 28 minutos después, lo que retrasó un poco sus trabajos “pero no afectó en el rendimiento del equipo”, que perdió 4-1 con Tolima, contó Franco.
“Nos movilizamos en un bus de los que presta el servicio a la Policía, porque el otro vehículo fue inmovilizado”, relató Franco.
Deportivo Cali viajará este lunes, en la mañana a la capital vallecaucana haciendo escala en Bogotá.
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