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'Sé que tengo que hacer la fila': Armando Vargas
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'Sé que tengo que hacer la fila': Armando Vargas

Sus 45 minutos en el primer partido de la final fueron su presentación en sociedad. Su historia.

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19 de diciembre 2014 , 01:29 a. m.

En el último trimestre de 2013, Unión Magdalena quedó eliminado en el torneo de la Primera B. En medio del fracaso de los ‘bananeros’ en un nuevo intento fallido por volver a la Primera División, el nombre de Armando Junior Vargas Morales, volante de creación, sonaba levemente.

Ya sin mayor cosa por hacer en Santa Marta, el barranquillero recibió un llamado desde Bogotá. Era Roberto Diez, un viejo amigo, quien junto a Ricardo Pachón, su actual representante, lo invitaron a viajar y buscar una opción en su carrera deportiva.
“Quiere venir a Santa Fe. Acá lo quieren ver. Eso sí, es sin ningún compromiso”, fue el mensaje para Vargas, de 25 años, quien en pocas horas armó su maleta y cogió camino a la capital.

Esa era la gran oportunidad de su vida en el duro camino del fútbol, en el que también había estado en Boyacá Chicó, con Alberto Gamero, y durante cuatro años pasando las duras y las maduras en el Unión de la B.

Ya en la capital, el cambio fue brusco. De la costa a la “nevera”, como llaman los costeños a Bogotá y de ser el rey, el ‘mago’ de la camiseta número 10 del Unión a convertirse en uno más de la amplia plantilla santafereña, que en ese entonces era manejada por el profesor Wilson Gutiérrez.

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Sin embargo, Armando, a quien todos en el club rojo califican como buena persona, lleno de humildad y tranquilidad, se llenó de paciencia y comenzó a mostrar sus cualidades con el balón en sus pies.

Pero en medio de su adaptación, surgió un inconveniente más. El barranquillero presentó algunas molestias en su rodilla y no quedó otro camino que recurrir a una intervención quirúrgica. Y ahí, Vargas Morales mostró fortaleza y se recuperó en los tiempos estipulados.

Entero y en buen estado, el creativo nacido en Barranquilla el 27 de diciembre de 1988 se presentó a la pretemporada con el ‘Expreso’ y recibió el sí del ‘Flaco’ Gutiérrez, pasó por la oficina del presidente César Pastrana y firmó su contrato, con un salario muy superior al que devengaba en el Unión y listo.

Armando Vargas esperó y esperó. La mayor referencia que se tenía de él era de un gol el 6 de febrero en el triunfo 1-0 sobre Patriotas, en El Campín, con Gutiérrez como DT.

Después tuvo participación en las nóminas de la Copa Postobón y hasta el pasado miércoles, cuando entró para reemplazar al ídolo Ómar Pérez en el partido de ida de la final de la Liga II, Vargas se hizo sentir y notar. Su aporte resultó fundamental para la victoria 1-2 sobre el DIM.

“Se hicieron bien las cosas, pero yo sé que tengo que hacer fila. Lo importante es estar preparado para cuando llegue una oportunidad y hacerlo bien. Eso fue precisamente lo que pasó frente al Medellín. En los partidos más fuertes y más calientes es cuando se debe mostrar la personalidad”, afirmó este jueves Vargas, quien se declaró admirador de Carlos ‘el Pibe’ Valderrama y del argentino Juan Román Riquelme.

Mientras oía uno y otro elogio de parte de los hinchas santafereños, en la puerta de salida del Puente Aéreo, el mediocampista se declaró “feliz en el club y siento que he aprendido mucho del profesor Costas, con quien he ganado en intensidad, entrega y velocidad. Y bueno, ahora ya pensando en la final del domingo, en la que esperamos conseguir el título para Santa Fe”.

Tras unos minutos firmando autógrafos y saludando los seguidores del rojo, Vargas siguió su camino. Él sabe que saltó del banquillo a la cancha del Atanasio para ser figura y que le quedan 90 minutos para quedar en la historia de Santa Fe, el primer campeón de Colombia y el equipo que le abrió las puertas de par en par para crecer en el mundo del balón, por el que sueña y suspira a cada segundo.

 

Óscar Javier Ostos Mayorga
Editor de Futbolred.com
oscost@eltiempo.com
En Twitter: @oscarostos

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