1. Rotación
La famosa rotación, tan criticada, pero tan efectiva, fue fundamental para Nacional. Para el juego de ida de la final descansaron Sherman, Bocanegra, Duque y Ángel. Y ellos, cada uno en su justa medida, aportaron lo suyo para ganar el compromiso de vuelta, el definitivo. Debido a la doble competencia, Libertadores y Liga, la rotación fue vital y, seguramente, seguirá siéndolo para lo que viene.
2. Armani
El arquero argentino ganó partidos. Tuvo un rendimiento superlativo durante todo el semestre, tras regresar de una lesión, y fue titular indiscutido. En el Atanasio, escenario en el que se agranda, fue clave en la definición desde el punto penalti. Atajó dos lanzamientos, hizo su trabajo de forma perfecta.
3. Respeto en casa
Nacional se hizo fuerte en su estadio, principalmente, en las fases definitivas. Goleó a envigado 4-1, cuando tuvo que darle vuelta a la serie contra Santa Fe, lo hizo; frente a Junior también hizo lo justo para, por lo menos, llevar la serie a la definición desde el punto penalti. De los doce partidos que jugó en casa, ganó nueve. Empató dos y perdió uno. Marcó 28 goles y recibió trece. Un equipo contundente en su sede, como lo deben ser los campeones.
4. Mantuvo la convicción
Pese a la durísima eliminación de Nacional en la Libertadores, el grupo de Juan Carlos Osorio mantuvo la fuerza mental, la convicción, de que iba a lograr el campeonato. Nunca bajaron los brazos, fortalecieron formas de trabajo y siempre estuvieron convencidos de que el grupo podía. Un mensaje que envió, siempre, el cuerpo técnico y que creyó, a pie juntillas, el plantel de jugadores.
5. Hambre de gloria
El hambre de gloria del grupo de jugadores ‘verdolagas’ es insaciable. Obtuvo el bicampeonato y fue, de frente, por el tricampeonato. Un título muy especial ya que la estrella 14, con la que alcanzaba a Millonarios, su archirrival, lo pasaba a ubicar como el club con más títulos logrados en el fútbol nacional. Nunca se aburguesó el plantel, siempre buscaron la gloria y en medio de esa visible unión, y pese al golpe en la Libertadores, el hambre de gloria nunca se acabó. Y, claro, ahí están los resultados.
6. Individualidades que aparecieron
A la falta de un goleador, Juan Pablo Ángel convirtió cinco goles, buenos fueron los aportes de Edwin Cardona, quien hizo seis anotaciones; Valencia con tres goles; Sherman también con tres dianas; Peralta con dos, al igual que Valoy o la única anotación de Henríquez en la Liga I que llegó en el juego definitivo de la final.
7. Su hinchada
Párrafo aparte, más allá de que sea la última razón en esta lista, merece la hinchada de Nacional. Presente siempre en los diversos estadios de Colombia, con el orgullo de apoyar a su plantel y multiplicándose hasta llegar a los estadios en los que Nacional estuvo en la Copa Libertadores, la afición ‘verdolaga’ volvió a inflar su pecho de orgullo. Una nueva estrella, la tercera consecutiva en la Liga y con sus banderas, cada vez más verdes, le dieron color a una escenografía que se repite cada seis meses en el fútbol colombiano.
Leonardo Duque Soto
Periodista de Futbolred
leoduq@eltiempo.com
En twitter: @leoduq