Andrés Felipe Correa tenía mezcla de sentimientos. Por un lado estaba tranquilo por el triunfo de Junior 1-0 sobre Nacional, pero por el otro un nudo en la garganta por la tarjeta amarilla que le impedirá jugar el partido de vuelta en Medellín. (Lea aquí: Nacional espera al 'Tiburón' con positivismo y pocas boletas).
'Pecoso' completó tres tarjetas amarillas consecutivas y se ausentará en la batalla final en el estadio Atanasio Girardot.
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"Solo Dios y mi familia saben lo que me duele esto, entre lágrimas llegué al camerino, siento una impotencia grande, recibí una amarilla muy injusta, pero esto es fútbol y es así", expresó Correa. (Lea aquí: El capitán de Nacional, A. Mejía, cree que la final "está muy abierta").
Olvidándose un rato de la amonestación que lo aleja del último duelo, Correa valoró la victoria, pero descartó que ya se sienta campeón por el 1-0 en casa. Reconoce que la serie sigue abierta y habrá que dejar el alma en la grama del Atanasio para poder dar la vuelta olímpica.
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"Dimos un pasito más, pero sabernos que no hemos ganado nada todavía. Si hubiésemos marcado cuatro goles no pasa nada hasta que no juguemos el día miércoles", puntualizó 'Pecoso'.
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RAFAEL CASTILLO VIZCAÍNO
Periodista de ADN
Barranquilla
rafcas@eltiempo.com
En Twitter: @rajocavi