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Luis Delgado, arquero de Millonarios, habla del cáncer de su esposa
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Luis Delgado, arquero de Millonarios, habla del cáncer de su esposa

Fe y fortaleza son las palabras que mejor resumen este momento de su vida personal y deportiva.

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12 de noviembre 2012 , 03:35 a. m.

Luis Delgado apareció con la cabeza rapada el domingo 14 de octubre, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, para jugar con Millonarios frente al DIM uno de los 9 partidos correspondientes a la fecha 14 de la Liga Postobón II-2012.

La imagen del arquero azul llamó la atención y de inmediato hubo diversos comentarios: que fue para pagar una apuesta, que fue por recibir los 8 goles del Real Madrid, que fue por agüero, que fue para pagar una promesa…

En medio del intenso juego que Millonarios empató 1-1 ese día, alguien contó la verdad: Luis Delgado se afeitó la cabeza en señal de apoyo a su esposa, Tatiana García, de 29 años, a quien se le cayó el pelo por las quimioterapias a las que se había sometido como parte del tratamiento para curarse el cáncer de seno, por lo que decidió raparse.

Para el arquero bumangués, que el pasado 26 de octubre cumplió 32 años, la vida ha sido distinta, intensa y muy espiritual desde entonces porque, casi de manera simultánea, mientras tuvo que recibir el golpe anímico de la enfermedad de su esposa, el destino le abrió una puerta maravillosa, la de volver a ser titular en el arco de Millonarios casi un año y medio después, por la lesión de su compañero Nelson Ramos.

Delgado apareció en la cancha de El Campín con su distintivo número 29 (¿una coincidencia con la edad de su esposa?). Ocurrió el día del clásico frente a Santa Fe que Millonarios ganó 2-1, el sábado 22 de septiembre, y desde ese momento ha disputado 10 partidos como arquero titular del equipo ‘embajador’ por la liga local, la Copa Suramericana y el amistoso contra Real Madrid.

Aunque para él cada juego es una prueba de fuego, lo es aún más cada minuto de su vida en la que es un acto de fe en Dios, como él mismo lo dice, luchar al lado de su esposa contra el cáncer, darle en cada momento una prueba de amor y apoyarla con todas sus fuerzas.

Así mismo es un acto de fortaleza, como también lo afirma, para lograr que sus dos hijos, Franco de 12 años y Matías de solo 3, no se derrumben y luchen junto a él para darle a Tatiana el valor emocional que necesita en este ‘partido’ que esperan ganarle al cáncer, ese que los ha hecho más fuertes y los ha vuelto más unidos que nunca.

En algunos momentos sonriente y en otros con los ojos aguados y la voz partida, Luis Delgado se quitó los guantes y dejó el balón junto al arco, para contarnos cómo es su lucha diaria contra el cáncer de su esposa, nos permitió entrar a ese mundo de marido y padre de familia en el que llora y sufre, pero en el que también reza, ríe y anhela un final feliz.

¿Cómo analiza este momento suyo, en el que por unas partes tiene la posibilidad de ser el arquero titular de Millonarios y por otras vive una lucha diaria en su vida familiar?

Muy contento, primero que todo por tener la posibilidad de atajar de nuevo en un equipo tan importante como Millonarios. Se tuvo bastante paciencia para esperar esta oportunidad y ahora he tratado de dejar todo en la cancha y creo que ha sido importante lo que hemos hecho, no solo yo, sino todo el equipo, para esta buena campaña.

¿Volver a ser titular le llegó en un momento especial en lo personal?

Siempre estuve preparado para la oportunidad, siempre me preparo en la semana, me esfuerzo en los trabajos. Siempre he dicho que las oportunidades llegan y se dan, y como profesionales tenemos que estar atentos. Hoy lo asumo con la responsabilidad que hay.

Se lo pregunto en especial por la enfermedad de Tatiana, su esposa. Debe ser muy especial este momento de su vida personal y deportiva…

Obviamente, es un tema familiar y una circunstancia en la que pasamos dificultades personales por la enfermedad de ella. Es una prueba y tenemos que ser lo más fuertes posibles, tenemos que demostrar esa fortaleza y ya en mi hogar apoyando mucho a mi esposa, estando con ella en todo momento, alentándola a que dé su mejor esfuerzo. Ella es una guerrera, yo siempre se lo digo. Igual, todas las mujeres que pasan por esta circunstancia de mi esposa tienen mi apoyo, mi voz de aliento, al igual que mi señora, están en mis oraciones y sé que con mucha fe, fortaleza y positivismo vamos a superar estas pruebas que nos da la vida.

¿Se ha volteado la moneda de su vida, pues ahora no es ella la que lo anima a usted para que sea titular en Millonarios, sino usted el que la anima con todas sus fuerzas en medio de su enfermedad?

En mi hogar yo le doy apoyo incondicional a toda mi familia, quiero ser el mejor esposo y padre en estos momentos y siempre. Pero cuando paso la raya y entro al terreno de juego, todo lo mío pasa por entregarle lo mejor a Millonarios.

¿Cómo se vive esta situación en la familia, los niños saben lo que pasa con su esposa?

Franco, el niño mayor, está enterado, pero Matías, el pequeñito, tiene 3 años y obviamente no asimila el tema con la magnitud del mayor. Sin embargo, en el momento en que la mamá le dijo que se iba a rapar la cabeza, él se puso bravo, pero de ahí surgió la iniciativa, más que todo con el mayor, de raparnos también y que el pequeño lo hiciera y lo viera como un juego. Cuando él se da cuenta de la situación, por iniciativa me dice “Papá, yo quiero ir a que me rapen y que lo hagan con mi mamá también”. Así se lo manejamos y él, ya sin pelo, salió sonriendo de la peluquería.

¿Cada cuánto van ahora a la peluquería?

Ya no vamos (risas)… Ahora, yo aprendí a raparme con la máquina y lo hago con mis niños también. No es tan difícil y yo mismo me encargo de motilarlos a ellos. Al mayor le crece más rápido el pelo y toca por ahí cada 15 días pasarle la afeitadora. Al pequeño lo he rapado como dos veces, pero ya mi esposa me dijo que no lo hiciera más, que no quiere verlo más así.

¿Esta situación familiar en qué ha cambiado su pensamiento sobre la vida y sobre el fútbol?

Yo siempre he tenido presente mi hogar y mi familia, sé lo importante que esto es para mi vida. Cada vez que entro a la cancha a jugar un partido pienso en mi hogar, pienso mucho en mi esposa por esta situación y quiero dar a cada momento lo mejor de mí, no regalar nada y siempre salir con una sonrisa, con la alegría de saber que aportas lo necesario para que ella también sienta una alegría y vea que se obtiene un triunfo.

¿Tienen alguna oración especial y algún momento especial en el día cuando están en familia?

Por lo general siempre oramos en la mañana y al final del día, junto con los niños cuando no se acuestan temprano. Siempre nos encomendamos a Dios para que nos proteja, nos llene de fortaleza, para que en el hogar siempre esté Él y exista sanidad y salud para mi esposa y para todas las personas que pasan por esta enfermedad.

Igualmente, en el fútbol también hay riesgos: el de una lesión, el de estar montado en los aviones. Hay que darle gracias a Dios por la vida que nos da cada día…

Sí, muchas veces nos quejamos por circunstancias que nos perturban en el día a día, pero no nos damos cuenta que hay cosas peores, que hay enfermedades que de verdad ponen a sufrir y a pensar a una familia, y nos hacen recapacitar. Hay cosas que verdaderamente no son problemas y tenemos que superarlas, mientras hay otras que sí lo son y entonces necesitamos fortaleza para salir adelante.

¿Qué es lo más conmovedor que ha recibido por parte de la gente desde que se hizo pública la enfermedad de su esposa?

Recuerdo que siempre he tenido el apoyo de todos mis compañeros, viven pendientes, todos los días me preguntan por mi esposa y ella está en sus oraciones. Uno viene a trabajar tranquilo y siente el apoyo. También estoy muy agradecido con los directivos de Millonarios, que han estado al tanto de la situación, lo mismo que todos los hinchas, porque en las redes sociales me han manifestado que están orando y apoyando a mi familia y a mí. Estoy muy contento con lo que hace la gente, vamos paso a paso hacia adelante.

Usted debe tener dos grandes ilusiones actualmente: una, ser campeón con Millonarios, para lo que hay una fecha fija (diciembre); la otra, que su señora se sane. ¿Cuándo espera que llegue este momento?

El objetivo lo tengo claro con todo el grupo de Millonarios, alcanzar los títulos que hay en el camino, para ello estamos fortalecidos. Mi prioridad es mi esposa, doy todo por ella, quiero que se mejore. Sé que es un proceso que lleva su tiempo y que esta circunstancia es muy dura, pero al final quiero estar sonriente y levantar el título de la vida, el de superarnos ante esta adversidad.

¿Los médicos que la están tratando le han dado una fecha para su sanación?

No, la verdad es que no. Estamos en el tratamiento y bueno, no es un tema a tratar, el que compete por ahora es el de la recuperación.

¿Puede resumir este momento de su vida con una frase?

Fe y fortaleza son las palabras más importantes en este momento de mi vida, porque me dan mucha fuerza y a la vez mucha paciencia para asumir estos retos.

GABRIEL BRICEÑO FERNÁNDEZ
EDITOR DE FUTBOLRED.COM
gabbri@eltiempo.com
En Twitter: @gabbritter

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