El efecto 'Polilla', por Jenny Gámez A.

Columna de opinión sobre la actualidad del América de Cali.

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Foto: Filiberto Pinzón

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20 de noviembre 2017 , 04:31 a. m.

Es fácil recordar lo que era América hasta el 4 de septiembre: un equipo desmotivado, sin confianza, con ganas pero sin soluciones a sus muchas carencias defensivas y de ataque, que jugaba con más miedo de perder la categoría que fe la posibilidad de repetir las semifinales del primer semestre.

El fútbol, ingrato y a veces tirano, ‘se cargó’ al héroe del ascenso y del primer semestre, Hernán Torres, en esa película de terror en la que se convirtió la Liga para el tolimense.

Y entonces se escuchó un aleteo de ‘Polilla’. En un movimiento rápido y letal, el presidente Tulio Gómez le dijo adiós a Torres con la mano derecha, y con la izquierda se apoyó en el hombro de un ídolo histórico del club, uno de esos que se respeta entre la afición roja, Jorge Da Silva.

Fue el primero de los aciertos del dirigente. El otro, que ya había probado con éxito junto a Torres, fue confiarle sin restricciones el equipo. Gómez es una rara especie en la Liga: ¡no pretende saber más que el DT!

Por eso cuando el uruguayo trajo un cuerpo técnico enorme –que incluye a su hijo-, gastó más tiempo en charlas que en trabajos físicos durante sus primeras sesiones y ordenó traer al motivador de la Selección Colombia, Carlos Páez, para convencer a los jugadores de que serían capaces de superar todas sus dificultades, el presiente dijo ‘Si señor’ y gastó lo que fue necesario. No es mala lección para unos cuantos directivos…

En fin. Lo cierto es que el jefe cumple y el empleado, Da Silva, también. Desde su llegada ha dirigido 9 partidos con un balance de cinco victorias –todas de local- y cuatro empates. El invicto supone, nada menos, que la salvación de la categoría, la clasificación a los cuartos de final y la casi segura clasificación a la Copa Sudamericana.

Literalmente, el regreso de uno de los grandes de Suramérica a la escena continental después de cinco años en el sótano del olvido, léase en la segunda división.

Le critican su rendimiento de visitante, que tiene al rojo como el equipo con peor promedio anotador de toda la liga (apenas dos goles). Y tienen razón. ¿Pero qué esperaban de un DT recién llegado, que además tenía que arañar puntos a donde fuera porque sabía que sumando en casa, incluso de a tres puntos, no iba a ser suficiente?

Ahora empieza para ‘Polilla’ un desafío distinto. Se quitó de encima, según sus propias palabras, “un elefante que pesaba como cinco mil kilos”. Ahora es cuando se sabrá para qué están el siempre potente Martínez Borja, el prometedor Olmes García, el extraño caso Botinelli, la promesa Lizarazo, el capitán Herner, el eterno rendidor Bejarano y sus sacrificados zagueros… Es ahora, sin el fantasma de la B, cuando se sabrá si el aleteo de ‘Polilla’ es suficiente para mantener viva ‘La Mechita’.

Jenny Gámez A.
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@jennygameza 

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