header-articulo
Sí hay estrellas (opinión)
Archivo

Sí hay estrellas (opinión)

Para empezar, dos razones: Óscar y Nelson Oliveira. En una final de una Copa del Mundo, nada menos, les ajustó perfecto el traje d

  • Enviar
  • Guardar
  • Comentar
20 de agosto 2011 , 06:14 p. m.

Para empezar, dos razones: Óscar y Nelson Oliveira. En una final de una Copa del Mundo, nada menos, les ajustó perfecto el traje de líderes, les sobró aire -a 2.600 metros de altura- para correr hasta el último minuto, les dio la cuerda para ofrecer un muy buen espectáculo en el estadio El Campín.

Oscar ajusta perfecto en la definición de 'as bajo la manga'. Ney Franco lo mantuvo siempre en el once, seguro de que llegaría la noche de anoche: con su técnica y su olfato goleador entró a matar tres veces para definir a favor de Brasil el quinto título mundial de su historia en esta categoría. Cuánto acierto.

Y qué decir de Nelson Oliveira. Un portento físico, con todas sus letras. En esos 1,86m de estatura armonizan perfectamente la inteligencia con el balón, la capacidad atlética y el derroche futbolístico. Es, sin duda, el mejor jugador de la Copa del Mundo.

Anoche le faltó aire pero, mientras pudo, dejó para el público un fantástico recuerdo. No le pierda la pista porque los días que le quedan en el Pacos Ferreira -una equipo de media tabla hacia abajo en Portugal- son contados y en breve, como pasó con un 'enano' que despuntó en un Suramericano Sub-20 en 2005 y se llama Lionel Messi, el mundo hablará de Nelson Oliveira.

Pero hay más pruebas de la calidad de los futbolistas que han dejado estela tras este Mundial Sub-20. Sería injusto olvidar al nigeriano Ahmedu Musa, quien se fue con tres goles en la cuenta y se llevó la admiración de la gente en Armenia por su extraordinaria capacidad de definición.

Los que siguieron este Mundial saben que el mexicano Jorge Enríquez fue líder, barrera en marca, ejemplo de sacrificio y estrella de un equipo que fue, nada menos, que el tercer mejor equipo de esta Copa.

Y sí, dirán lo que quieran de James Rodríguez, que falló en la instancia prohibida -los cuartos de final- y que se perdió en momentos clave. Puede ser. Pero es el mejor futbolista joven que tiene Colombia, no sufre del complejo que a muchos otros talentosos (incluso mejores que él) les impide progresar, tiene personalidad y sangre fría para definir y, si algún pecado existe, puede ser la inexperiencia para asumir el papel del jefe del equipo. Será el mejor de los nuestros. No lo dude.

Así se va el Mundial, Colombia se ha fajado un torneo excepcional -el mejor de la historia, según el delegado de la Fifa- y en lo futbolístico SÍ hubo estrellas Sí hubo.

JENNY GÁMEZ Editora de Deportes ADN jengam@eltiempo.com .

Comentar
Guardar