Cristiano Ronaldo es el goleador del Mundial de Rusia con 4 goles en dos partidos. El de este miércoles, de hecho, firmó un triunfo. Y se empieza a hablar de él y surge siempre la disputa con Lionel Messi y del aficionado pregunta: ¿qué le pasa a Messi con Argentina?
Es mucho y no es nada. Es mucha, demasiada la presión que soporta el 10 en un equipo en el que no brillan las individualidades a su lado. Y es nada porque así logró llevar a Argentina la final de la Copa América y el Mundial de Brasil 2014 y porque, a estas alturas, Messi ha descifrado ya el sentido de la presión.
Aun así, no sobran las voces de apoyo. En el estadio de Kazan, donde España venció 1-0 a Irán, hubo de distintas orillas.
“No lo entiende nadie. Es el mejor jugador del mundo y está siempre comprometido con Argentina, pero bueno, es el líder del equipo y carga con eso sobre su espalda”, aceptó Gerard Piqué, respondiendo a las críticas de Maradona hacia el líder de su selección.
Igual de contundente fue Sergio Ramos, símbolo del madridismo: “Para mí Maradona es un grande y un crack y no voy a valorar opiniones individuales, pero el fútbol argentino sabe perfectamente que él está a años luz del mejor argentino, que es Messi”, sentenció.
Y es que el respaldo es unánime, incluso desde los croatas, siguientes oponentes de Argentina, en Nizhny Novgorod.
“Siempre cuando va a la selección se le ve una alegría especial en la cara. No hay hombre más orgulloso en toda Argentina de poder llevar a su equipo y su país la campo. Eso se nota si está el cien por cien”, asegura Ivan Rakitic, su compañero en el Barcelona.
Lo cierto es que ante semejante expectativa, es verdad que el reto de Messi es doble, pues no le basta ser el mejor del mundo sino que siempre le falta demostrarlo vestido con el uniforme de su Selección. “Messi es el mejor, nada más”, decía Busquets en pleno estadio de Kazan. Si solo le bastara con eso…
La situación es que ahora el turno es para los suyos, los que lo tienen al lado día a día y sufren cada vez que le ven la impotencia de no poder ser tan locuaz, influyente y determinante como lo es en su club. El primero, su técnico Jorge Sampaoli.
“Hubo mucha bronca por no haber ganado el partido. Si Leo se quiere hacer responsable de algo que no le corresponde es un error. Es un mundial d 40 millones de personas. El penal lo fallamos todos. Estamos convencidos que venimos aquí por algo, vamos a tratar de que el torneo no pase desapercibido”, comentó el DT tras el empate contra Islandia y en el previo frente a Croacia.
Con todo, es cierto que el jugador que se para frente al penalti es, en un cien por ciento, responsable del destino final del cobro. Y que Messi lo erró. No es el primero ni es el más doloroso, pero en un equipo en el que él es el único distinto, se hace muy evidente no puede permitirse el lujo de fallar.
El lateral Cristian Ansaldi también salió en defensa de su capitán, como era de esperarse: “Sabemos todo lo que significa Messi para nosotros, y sabemos también la carga que tiene. Gracias a Dios no es solo el mejor del mundo dentro de la cancha sino también fuera. Él está muy bien y eso es lo que también nos mantiene bien a nosotros”. Y mira que si no es así… Que si no es por el 10 no habría Mundial para los argentinos.
Así que Messi entiende y aprecia que tenga escuderos en todos los frentes de batalla que hoy están abiertos en el Mundial de Rusia. Es un tipo agradecido y sensato. Pero a su cita con la historia y el peso completo de su equipo va solo, como ha ocurrido ya desde hace unos años. No hay términos medios con los argentinos en general: es memorable o lamentable. Ya solo queda para él la posibilidad de la primera opción.
Jenny Gámez
Editora FUTBOLRED
Enviada especial en Rusia