Juan Ángel Obelar Gutiérrez. Su imagen ágil y segura está instalada ya en la memoria del hincha. Y no es solo por las brillantes atajadas que lo convirtieron en figura del triunfo 2-1 de Millonarios sobre Nacional, en la primera fecha de la Liga Postobón I.
También por un error craso que supuso el único gol del verde antioqueño: un remate desde la izquierda de Stalin Motta, que parecía ir a las manos del portero uruguayo, inesperadamente terminó al fondo de la red, ante la mirada triste del debutante, que hasta ese momento parecía imbatible.
Obelar se levantó tras esa jugada con una luxación en el dedo meñique y con el reto de recuperar su rótulo de figura. Lo hizo con creces atajando sendos remates de jair Iglesias, Motta y Giovanni Moreno, mientras en ataque Yovanni Arrechea se encargaba de darle la vuelta al marcador con dos goles, uno de penalti y el otro, un lindo remate de media distancia.
Obelar, quien pasó por Peñarol de Montevideo (2002-2006), Tacuarembó (segundo semestre 2006) y Maratón de Honduras (2008-2010, dos veces campeón) antes de llegar a Millonarios, descresta también con su claridad y carácter a la hora de hablar.
Ya con calma, ¿qué balance hace del debut?
¿Ya entendió que pasó en el gol de Stalin Motta?
Creo que fue exceso de confianza. Pensé que la pelota no venía muy complicada, quise acompañarla pero cuando pica hace un extraño hacia adentro y cuando le quise tirar el manotazo era tarde. Pero son cosas que a veces nos suceden a los arqueros, el exceso de confianza puede ser el peor enemigo y eso quedó claro en el gol. Lo tomé con displicencia, pensando que la pelota estaba controlada.
Pero fue un error entre muchos aciertos...
Sí, es un poco lo que pasa en esta posición: te equivocas una vez y te cuesta un gol. Pero bueno, tuve otras opciones de tapar pelotas importantes. Al final lo importante es que Millonarios ganó.
¿Es buena señal salir figura desde el primer partido?
¿De verdad es tan difícil manejar el balón del torneo colombiano?
No, en realidad. Tiene un peso extraño el balón pero es cuestión de acostumbrarse. Se mueve en la altura más pero no hay que buscar excusas cuando uno comete un error. Si uno se equivoca no culpa al balón, el error es humano.
¿Qué siente que debe mejorar?
Tengo que trabajar mucho más, el torneo apenas empieza, me sentiré mejor partido a partido. Siempre habrá cosas por corregir. Si te equivocas al menos una vez en un partido quiere decir que no te fue bien.
¿Qué decirle al hincha?
Jenny Gámez A.
ADN