Hace 52 años, los jerarcas del fútbol continental reunidos como la Confederación Suramericana de Fútbol (CSF), decidieron hacer un torneo que reuniera a los mejores equipos de cada uno de los países del continente y poder así elegir al gran monarca del fútbol suramericano. Se determinó que sería anual y se denominó la Copa de Campeones de Clubes.
Cinco años más tarde se determinó darles cabida en este selecto torneo a los subcampeones de cada país y se definió que el campeón de la edición anterior entrara directamente a jugar en la segunda fase del campeonato.
En 1966 también llegó un cambió radical. En honor a los héroes de la independencia que liberaron los países suramericanos del dominio español, el torneo pasó a llamarse Copa Libertadores de América.
Con el transcurso de los años la CSF siguió buscando mejorías para llegar a definir, en 1988, que por cada grupo clasificarían dos equipos en vez de uno, como se había hecho desde el 60. A su vez se implantó que se jugaría dos fases para llegar a las semifinales.
Para el año siguiente no fueron dos los equipos que se clasificaron a la segunda fase sino tres, dándoles más posibilidad a los clubes participantes para acceder a las instancias finales. En 1998 el apoyo económico de los patrocinadores pasó a ser factor fundamental para el desarrollo y consolidación mundial del torneo.
Este año, Santander cumple su quinto año como patrocinador principal de la Copa ratificándose en parte fundamental de la gran pasión de los suramericanos: el fútbol.
Con información de la oficina de prensa de la Copa Libertadores