El tema candente y polémico en las últimas horas en el fútbol colombiano se registró por el arbitraje de Gustavo Murillo en el partido entre Real Cartagena y América, celebrado el pasado miércoles en el estadio Jaime Morón.
Y al analizar el desempeño de Gustavo Murillo, en la parte técnica tuvo cuatro retos a los largo de los 90 minutos.
Uno de ellos, compromete su trabajo, pues dejó de sancionar una pena máxima a favor del Real Cartagena. Al minuto seis, no decretó una clarísima mano de Camilo Ayala, del América, cuando el jugador escarlata bajó un balón con su extremidad superior deliberadamente: era penalti y no lo dio.
Esta acción, fue determinante, ya que influyó en el resultado final del partido.
De otra parte, en el primer gol del América acertaron, él y su asistente David Fuentes, pues el 'Tecla' Farías está detrás de la línea del balón cuando Mosquera le envía la pelota: jugada difícil, pero no hay fuera de juego.
Ya en la segunda parte, sancionó correctamente el penalti a favor del Real Cartagena, por falta de Efraín Cortes, de América, sobre Erwin Carrillo. Ahí, Murillo acertó.
Y como la actuación del árbitro del partido de la B tuvo unas de cal y otras de arena, finalizó el partido mal. No permitió que el Real Cartagena cobrará un tiro libre directo y dio el pitazo final. Los cánones del arbitraje indican que el partido se debe terminar cuando no haya ningún cobro pendiente y en esta acción, Murillo no lo cumplió.
José Borda
Especial para Futbolred
Analista arbitral de El Carrusel de Caracol Radio y de La Telepolémica del Canal UNO
Gustavo Murillo, árbitro colombiano.
Foto: Archivo ETCE