Gregorio Pérez, siempre honesto, vio el partido de Santa Fe en dos tiempos: el primero bien manejado y con opciones y el segundo pleno de errores.
“Hasta el minuto 57 era un partido controlado, no nos lastimaban. Pero nosotros dimos ventajas después del empate y no logramos mantener el rendimiento de los primeros minutos”, explicó el DT.
La consecuencia es lógica: “Perdimos dos puntos importantes y eso nos obliga a ir a buscar puntos afuera”.
A pesar de las fallas, Pérez encontró cosas para rescatar: “El equipo nunca se entregó, tuvo una gran entereza, más allá del nerviosismo y que fue desprolijo por momentos. Pero esto ya pasó, esto continúa y hay que seguir trabajando”.