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El 'Show' que se inició en el Sporting de Barranquilla
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El 'Show' que se inició en el Sporting de Barranquilla

Miguel Calero, que murió a los 41 años, debutó profesionalmente en el desaparecido club costeño.

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04 de diciembre 2012 , 03:42 p. m.

Sí, era un ‘Show’. Cuando el balón venía picando sin riesgo, se atrevía a detenerlo con el pecho o el trasero, lo que generaba una ruidosa silbatina y exclamación típica: “Aaaeeeeee”.

La afición del Junior lo recuerda bien. Además de ser un arquerazo, que con sus reflejos felinos reprimió muchos gritos de gol rojiblanco, Miguel Calero, que murió a los 41 años, era el único cancerbero que se robaba las miradas y ofrecía espectáculo a pesar de que el balón se encontraba en el arco contrario al suyo.

Le encantaba provocar jocosamente al público. Abría las piernas, bajaba el tronco y se ponía las manos en la rodilla, haciéndole ‘mala cara’ a los de sur o norte, según la portería donde se encontraba. Gesticulaba, bailaba, daba mil volteretas cuando un delantero medio lo tocaba y fingía lesiones para desesperar rivales y escuchar rechiflas.

“Contra Junior, Nacional, Medellín o América, apenas salíamos al terreno de juego, la gente comenzaba a corearle el nombre con vulgaridades. Le decían: ¡Calero, Calero! ¡Marica y marihuanero! ‘Migue’ hacía como si estuviera dirigiendo una orquesta. Después llegaba al arco y se alzaba la pantaloneta de un lado. La gente al final terminaba gozando con las cosas que hacía, era loco, loco, pero loco”, rememora Alex De Alba, capitán y jugador del desaparecido Sporting de Barranquilla, donde el largurucho guardameta, de 1,89 de estatura y oriundo de Ginebra, Valle, comenzó su historia profesional en el fútbol, en 1990.

Cuenta Argemiro Hernández, directivo del Sporting que gestionó con el Deportivo Cali la llegada a Barranquilla de quien apenas era una promisoria figura, que Calero se frotaba las manos y contaba las horas antes de los clásicos ante Junior, equipo contra el que nunca perdió hasta 1991, año en que dejó el buzo aurinegro para vestirse por fin el de los ‘Azucareros’.

“Antes de enfrentar al Junior –relata Hernández- Calero me decía: mañana bajo la bola de pecho y hasta con las nalgas, así que dile a Óscar Alfonso (técnico uruguayo del Sporting) que esté tranquilo. Tú lo manejas para que este calmado. Cuando el entrenador lo veía gritaba: ese Calero me va a matar, ¿por qué hace eso?”.

Apenas tenía 19 años cuando vino al Sporting, sin embargo, rápidamente se convirtió en un líder y una inyección de ánimo para todos sus compañeros. “Hacía las concentraciones más amenas con sus locuras. Nos hacía reír mucho”, expresa De Alba.

Su éxito apenas brotaba, pero su determinación y seguridad le permitían tener claras sus metas en la vida. “Era el último en salir de los entrenamientos y se dedicaba de lleno al trabajo. Tenía temperamento y siempre decía: yo voy a ser grande”, recuerda el exdelantero José Luis ‘Cheché’ Hernández (no confundir con actual técnico del Junior), quien fue su compañero en el Sporting.

Aunque ‘Cheché’ pasó al Junior, mantuvo su amistad con Calero y hasta se lo llevó a vivir en su apartamento. “Ahí noté las ganas de ayudar a su familia. Miguel me decía que el papá era bombero y no ganaba nada. Mandaba muchos giros para Ginebra, casi todo el sueldo era para los viejos”, asegura el exatacante samario.

Todos sus excompañeros lamentan el doloroso adiós y que ‘El Show’, que hace 22 años comenzó en el Sporting, deba continuar en el cielo...

Rafael Castillo Vizcaíno
Corresponsal de ADN
Barranquilla

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