Mundial Rusia 2018

¿Cómo se pasó de la triste página de Saransk a la felicidad de Kazán?

La Selección Colombia hace su análisis y advierte que todavía no hay nada ganado en el Mundial.

La Tricolor bailó en un buen partido contra Polonia. Foto: Reuters


24 de junio 2018, 08:25 p. m.
Pasaron cuatro días y es como si hubieran sido años. Así de radical fue el cambio del equipo que debutó con derrota 2-1 contra Japón en Saransk y el que goleó 3-0 a a Polonia. El primero, un mar de dudas, el segundo una referencia de fútbol. Así, día y noche con unas horas de diferencia.

Colombia, la de Saransk, naufragó entre las imprecisiones, la falta de fútbol y la casi nula actividad ofensiva, que sacrificó entre otras al propio Falcao. Pero hubo atenuantes: una expulsión a los 3 minutos, un problema físico que le impidió a James ser titular, una nómina muy mixta para un debut… una combinación de errores que terminó en una inesperada derrota.
Pero llegó Kazán y aquí, en la sede del equipo nacional, el secreto a voces de tener la pelota para evitar que el rival haga daño se entendió y se ejecutó a la perfección.
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“Tenemos que comprender lo que es el fútbol. Lo que es la competencia. Eliminar todos los juicios que a veces se hacen rápidamente. Queremos que los jugadores, como lo hacen, siempre dependan de su actuación, de los obstáculos que pueda haber en un juego. Por eso Colombia ha crecido mucho, porque estos jugadores tienen autocrítica, son ambiciosos, son capaces de superar momentos malos”, explicó el técnico José Pékerman.
Así fue como se encajó el golpe seco de estrenarse en un Mundial con derrota: entendiendo el juego y sus azares y siendo fuertes en la adversidad, con plena confianza en la capacidad del equipo como equipo.
“El secreto creo que fue la fe para saber que podíamos recuperarnos”, comentó Yerry Mina, uno de los nuevos en la alineación nacional contra Polonia.
Más preciso fue Dávinson Sánchez: “Creyendo en cada compañero, cada uno hizo un esfuerzo importante. Y con actitud. Desde que se acaba el partido sabíamos que así, con ganas de intentar llevarse el rival por delante íbamos tener más oportunidades. Con el balón íbamos a poder jugar, conectarnos y ser importantes, salimos a eso y cuando ponemos esa actitud es una Colombia diferente”, celebró el defensor.
Desde los ojos del capitán Falcao, así se hizo el cambio de chip: “Lo de Japón fue duro, atípico, pero lo que hizo Colombia no dio mucha tranquilidad porque jugar con 10 como lo hicimos daba indicios de que con 11 el equipo iba a responder y hoy se mostró esa intensidad, la capacidad para manejar la pelota con mucha categoría y al final superamos a Polonia. Uno queda muy esperanzado, sabíamos que podíamos jugar bien y se hizo”.
Y fue así como se culminó en tiempo récord el duelo de Saransk y como se encaminó la historia a Kazán y ahora a Samara. Cada día, un afán. Así avanza el equipo hacia el sueño mundialista en Rusia.
Jenny Gámez A.
Editora de FUTBOLRED
Enviada especial a Rusia
En Twitter @jennygameza
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